Gira y gira la ruleta
en tu ser que se impone,
la ruleta día y
noche, variadas emociones.
Más alegre estás a
veces, más tristón cuando solloces,
más miedoso con
temores, más airado si te joden.
La ruleta nos depara
cantidad de sensaciones,
infortunios,
alegrías, altibajos, depresiones.
Controlarla no se
puede, a lo sumo no romperla,
la ruleta gira y
gira, someterla a veces cuesta.
Controlar el cómo y
cuándo, el porqué de los humores,
depende de nosotros,
o de agentes exteriores.
La ruleta la
amansamos con las buenas objeciones,
con espíritu abierto
a imprevistas ocasiones.
La ruleta gira y gira
y nos hace campeones,
o tristones
derrotados, o nos da estupefacciones.
La ruleta del humor,
de las muchas emociones,
la ruleta que varía
según casos y estaciones.
Controlarla es
posible más allá de las pulsiones,
controlarla a veces
cuesta las terapias y sesiones.
Las vivencias, los
humores, las creencias, los valores,
las ruletas
variopintas de emociones de los hombres.
Gira y gira deparando
nuestros ánimos mejores,
gira y gira,
caprichosa, tendenciosa, o capciosa.