¿A partir de qué se construye nuestra realidad?
A partir de nuestros hechos cotidianos,
de nuestras quejas y lamentos,
de nuestros actos ya mundanos.
A partir de los albas de cristianos,
de judíos, de budistas,
de hindúes y mahometanos.
A partir desde que nos levantamos,
y movemos nuestro cuerpo
hasta que nos acostamos.
A partir desde que eres un enano,
niño o niña de la infancia,
llegando hasta a anciano.
A partir de las firmas y tratados,
de los hechos consumados,
de memorias del pasado.
A partir de lo que sí disfrutamos,
y lo que no nos gusta tanto,
y lo que ni fu ni fa entretanto.
A partir del espacio y tiempo exactos,
el aquí y ahora mismos,
universo inmenso y magno.
A partir de la fe en nuestros santos,
nuestros seres ya en la gloria,
nuestro anhelo y nuestro encanto.
A partir de los versos que te canto,
argumentos que sopesan
nuestra realidad de facto.
A partir del consciente que yo capto
inconscientemente ameno,
y sobradamente apto.
A partir de que somos los humanos
tan falibles como hermanos,
tan certeros como magos.
A partir del inicio en tus manos,
lo que hagas con tu vida,
cómo puedas ir luchando.