Un hermano vale mucho en familia de verdad,
un hermano es un apoyo que da seguridad.
Un hermano es tesoro que te puede aconsejar,
el hermano que protege y te sabe enseñar.
Los hermanos numerosos oran juntos al rezar,
oraciones al Divino Jesucristo y Majestad.
El respeto del cristiano que se sabe comportar,
vida dando a la cruda y compleja sociedad.
El hermano es cofrade en la santa Hermandad,
con los ritos exigidos como pruebas de verdad.
Mi hermano es dechado al ponerse a hablar,
con su ritmo moderado, eficiente y eficaz.
Un hermano que regresa llegada la Navidad,
a la casa da entereza, alegrías que contar.
Mi hermano no se queja, educado es sin par,
le valoro con denuedo su carácter personal.
Un hermano vale mucho en familia de verdad,
un hermano es un apoyo contra la adversidad.
Los hermanos enfrentados olvidaron su lealtad,
olvidando sus pasados, aportando la maldad.
Los hermanos son los hombres y mujeres de ciudad,
de las urbes de este mundo, de la Tierra popular.
El respeto vale mucho si se saben tolerar,
diferencias entre hermanos con su dable honestidad.
El hermano en familia es pilar fundamental,
junto a padres que dialogan sus problemas sin gritar.
Mas a veces las trifulcas en enfados pueden dar,
y es entonces cuando sale nuestro ego personal.
Es familia la estructura que sostiene el caudal,
de emociones encontradas, de la flema suspicaz.
Los hermanos que se quieren y se saben apoyar,
siempre salen bien parados ante crisis estatal.
Es mi hermano un dechado de virtudes al hablar,
con su tono moderado, eficiente y eficaz.
Somos tantos los hermanos en la Tierra actual,
que estrujamos los recursos de forma espectacular.
El hermano es el pariente que he querido retratar,
de la forma conveniente en poema singular.
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