miércoles, 23 de diciembre de 2020

LA FAUNA HUMANA



15 DE MARZO DE 2017

LA FAUNA HUMANA

Ya están florecidos los almendros y las hierbas de los campillos, y unas abundantes lluvias de los días precedentes han hecho avivar las cebadas y trigales del pueblo con un frenesí impactante.

La fauna urbana parece querer llamar la atención a los habitantes consaburenses; erigirse en grupúsculos de gatos remolones que, alimentados por los vecinos, en diversos puntos de la población, capturan a las plagas de roedores infectos; los pajarillos cantarines, tales como gorriones, jilgueros, verderones, animando acústicamente con sus gorjeos los entornos ajardinados del parque y demás zonas ajardinadas; los perros paseados por sus amos, algunos de ellos bellos ejemplares de canes, otros sin pedigrí pero dignos y mansurrones, otros nobles, otros callejeros, otros ladradores pero poco mordedores, merodeando por calles, aceras, paseos, causando encuentros esporádicos de sus amos con cotilleos que contarse, y defecando a veces en sitios inoportunos; y el resto de animales siendo protegidos por la conmiseración humana (como las cigüeñas de la iglesia del Cristo; las golondrinas que, al parecer, gozan de la bendición de Dios; las lagartijas, los murciélagos, y las mascotas y bichos simpares que se dejan ver o no tanto por nuestra vista).

Qué decir de los animales de las granjas, que nos abastecen sus ganaderos con productos alimenticios como sus carnes (corderos, conejos, terneros, etc.), sus leches (de oveja, de vaca, de cabra), sus huevos (las gallinas ponedoras) y otros tantos especímenes aprovechables por los humanos en menesteres que nos pueden resultar de cierto provecho (en la caza menor las perdices y liebres; en la caza mayor los venados, ciervas, jabalíes) y que así contribuyen a ociosidades diversas.

Cuesta poco, en estos tiempos, sentir la sangre bullendo por la animación que la naturaleza nos proporciona. Según los días vayan alargándose nuestras actividades se irán tornando más gratificantes, por lo del buen tiempo que, como seres vivos que somos, influye en nuestro comportamiento.

Y, a la postre se verifica que, para escribir hacen falta ganas e ilusiones. Temas múltiples los hay de numerosas maneras. Sentirnos inclinados a esforzarnos a ello implica, aparte de cierta preparación y manejo del lenguaje, una motivación interior que nos pueda satisfacer.

La educación escolar se torna vital en la preparación que nos pueda hacer falta en las situaciones que la vida puede depararnos. No viene mal el hábito de la lectura, la práctica de ejercicio físico moderado, una alimentación equilibrada, y otros tantos tópicos que pueden hacer que nuestra salud se fortaleza, se consolide, y haga ver nuestros puntos de vista más positivamente.

Los almendros florecen, las personas evolucionamos, y el tiempo que pasamos en este mundo depara nuestras personalidades. Agriarnos, alegrarnos, entristecernos, deprimirnos, aprovechar nuestras cualidades, nuestros dones, nuestros ánimos, componiendo la fauna humana un crisol tan variado como aberrante o fascinante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario...