Galopan
de nuevo los sueños del bombo,
de
nuevo veremos las bolas absortos.
Los
niños que cantan de San Ildefonso
los
premios, pedrea y el ansia en lo hondo.
Las
bolas girando en todos nosotros,
que
caiga el sorteo con todo su trombo.
Al
ciego, al mudo, al manco, al sordo,
al
sano, a quien sea, le llena de colmo.
La
lluvia de cuartos cayendo a lo tonto,
azar
que se espera o llega de pronto.
Galopan
de nuevo los sueños del bombo,
el
mundo atento, España con morbo.
Veintidós
de diciembre es día de premios,
es
día de apuestas que llevan su dueño.
La
lote se juega con grandes asombros,
cayendo
quién sabe, jugando nosotros.
El cava y champán, o el “ya será otro”,
harán
de ese día algo impropio.
Galopan
de nuevo los sueños del bombo,
de
nuevo ansiaremos que toque el Gordo.
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