El tiempo se escapa
en la edad del mundo,
en ella se estampan
multitud de surcos.
Vivir una hora como
si fuera un segundo
cuando más
disfrutamos departiendo juntos.
El sol y la aurora
cada día es triunfo
de poder disfrutar de
otro día en conjunto.
Vivir un segundo que
nos sea de gusto
a veces nos cuesta
una hora de susto.
Cuánto vale una hora
para ya el moribundo,
cuánto vale un
instante en la espera sin rumbo.
Dispares sensaciones,
los mismos segundos,
distintas
situaciones, experiencias, asuntos.
Y la Tierra gira y
gira, infinita de orgullo,
y así el tiempo pasa,
imparable, inmundo.
El tiempo se escapa,
ya no vuelve, seguro,
pero el recuerdo sí
deja una huella en su muro.
Cuánto vale un te
quiero, un azar sin apuros,
cómo cabe en una hora
un gran segundo.
Dispares sensaciones,
los mismos minutos,
los versos que
marcan, que dejan un surco.
El tiempo se escapa,
es huidizo, y es chulo,
sólo cabe seguirlo
mientras sea posible.
Cuánto vale una hora,
cuánto un minuto,
cuánto la vida que
nos da su fruto.
Enhorabuena,ccuanto de verdad,dice el poema
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