En el Cerro de los
Ángeles
late Dios, la fe
cristiana,
late el músculo
redentor
que nos salva de las
llamas.
Corazón Sagrado y
pío,
epicentro de España,
altavoz de fe
interior,
conversor a la
esperanza.
Y la madre Maravillas
defendiendo el
aposento,
esa piedra que es de
amor,
que reside en un
convento.
Es el músculo el amor
que nos mueve en fe
in crescendo,
que a Dios acerca más
y al miocardio da un
templo.
El Sagrado Corazón,
Jesucristo que entrega
el cuerpo,
y lo más fundamental:
su corazón divino de
hecho.
La entrega a los
otros
es el máximo amor,
Jesucristo es sin
duda
el dechado del
corazón.
Por eso yo te digo
Cristo,
siembra cielo y
tierra con tu voz,
porque tu amor es el
supremo
que nos lava con el
perdón.
(El Sagrado Corazón)
Dios nos quiere como
somos,
y nos da su
salvación,
en la cruz, desnudo y
frágil,
derrotando al mal
peor.
Pecadores le
adoramos,
y pedimos nos
perdone,
aun humanos le
debemos
dar las buenas
intenciones.
El Sagrado Corazón es
miocardio que impone,
es amor de los
humanos
que entiendan y
razonen.