En La Mancha toledana
un hospital me acogió
con agrado de su fama,
con la magia soberana
de quien cuida y
ampara.
Mis padres y yo unos
días estuvimos en sus camas,
pues el virus
“coronado” intrigaba y fastidiaba.
En el Cerro de Toledo
sanitarios hay de gama
que luchando y
arriesgando curan mucho el mañana.
Son los médicos,
enfermeras, son celadores,…, gente buena,
conductores de
ambulancias, a todos ellos gracias.
Es el Hospital
Provincial de Toledo donde yo pasé el ingreso
por ese virus que
atrás queda y me cuido con empeño.
Por eso yo concluyo
que viva el “Provincial”,
ese Hospital
tranquilo que me supo bien cuidar.
POSDATA: (“Los
bichitos son tremendos”, y el virus muy “pesado”,
por eso no te
infectes, no infectemos “al de al lado”)
Que significativo, muy bien se me saltan las lágrimas 👏👏👏👏
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