Escribirse para uno,
escribir para los otros,
qué diáfana duda
cuando yo así compongo.
El saber “ingredientar” en las rimas es un arte
que se sabe da la
grima cuando mucho así te partes (de risa).
Es el léxico español
todo un señor campante
que nos vibra de
emoción y nos da oración aparte.
Y es que o varios lo
atestiguan o mudan su semblante,
o varios hacen rimas
que suenan a sus partes (femeninas).
Y es que estas rimas
mías suenan como a elefante,
estrambóticas,
genuinas, graciosas y elegantes.
Y es que ahueco los
cachetes de mis nalgas al instante
que sale el pitorreo
de la gente innombrable.
Oh rimas
estrambóticas, no ensuciéis mis días grandes,
sí dadme risotadas
que sean abundantes.
Aceradas estas rimas
ya terminan de agradarte,
o de olerte a esa
caca por tremendas e impactantes*.
*. Si te “hiciste de vientre” de risa.
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