Quisiera volar en un avión
que me llevara a tu mente;
ser tu corazón,
con la fuerza de un torrente;
vivir con la ilusión,
del que nada pierde;
amarte con pasión,
en un mundo incluyente,
ambos sin temor.
Quisiera ser tu Poseidón,
en un mar terrestre;
y tú mi Anfítrite,
para gobernar los peces
de la humanidad,
adecuadamente,
fulgor de la corporeidad.
Y si esta canción
rodease a nuestra gente,
pedirle a nuestro Dios,
vehementemente,
solo otro favor
que consiste en que
aprecies tu valor,
que somos como somos,
un oro en interior.
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