Calles y bancos ahora
vacíos
miran el tiempo que
llega frío,
la primavera, marzo
baldío,
lo que nos yergue con
pesimismo.
Vaya epidemia,
coronavirus,
por lo que ahora ya
no salimos,
no nos contagien esos
bichitos
que causan fiebre y
enorme lío.
Días de encierro por
este virus,
con ese humor que
Dios lo quiso,
con la familia al
lado en el piso,
con la pareja, padres
e hijos.
Qué hacerle vamos,
digo yo mismo,
si este mundo injusto
y perdido
mira esta crisis como
a su ombligo,
y grita y patea cual
niño altivo.
Unamos las voces, los
coros cohibidos,
la pereza venzamos
haciendo ejercicio
en casa, con pesas, o
lo que sea debido,
o con la mente
ejerzamos lecturas de libros.
Estar encerrado,
estar recluido,
no debe pesarnos,
hagamos más ruido
al luchar por los
nuestros, España en vivo,
y así de un mañana
seremos testigos.
Que no venza el
virus,
que pronto la cura
nos dé optimismo,
aquella vacuna que
sea un alivio
frenando a ese COVID
su sino ladino.
El mundo mañana será
positivo
si algo aprendemos de
todo este lío,
pandemia que pasa
como un tiovivo
que lleva un mal tan
primitivo.
Gracias
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