jueves, 18 de noviembre de 2021

EL NEGACIONISMO DEL COVID-19

 

Son las cinco de la mañana, de un radiante dieciocho de noviembre de 2021. Cogido por sorpresa por mí mismo, me siento frente al ordenador, para intentar componer, a vuela pluma, un buen artículo que refleje lo que ayer vi por la noche de un debate francamente peculiar: pro vacunas del COVID 19 versus negacionistas de las mismas.

 

Para empezar, empecé a ver el debate ya comenzado. Lo retransmitían en la cadena de televisión cuatro, en el programa en concreto, Todo es verdad, dirigido por Risto Mejide, el famoso presentador, publicista y escritor español.

 

En él, a Risto un hombre de cierta edad y desaliñadas barbas, le dirigía una denuncia en la que le amenazaba incluso con años de prisión al presentador, si transcurrido cierto tiempo se cumpliesen sus augurios respecto a la efectividad de las vacunas del COVID-19, que, según el hombre de las barbas, a la postre, nos pueden causar esterilidad, comorbilidad, y no sé cuántas exageraciones más añadió esta persona.

 

Y es que Risto ha defendido y alentado la vacunación frente al COVID-19, desde su puesto, y al hombre de las barbas, no sé con certeza si premiado otrora con algún galardón, porque no me enteré bien, no le sienta bien, según él, todo este mercado de vacunación que se está haciendo, que puede que sea para disminuir población, según él, porque las vacunas nos van a hacer más mal que bien, y bla, bla, bla, y dígame, usted, señor tan instruido, como poco aliñado en su barba, cómo atajamos el grave problema de los hospitales, de la contagiosidad, de la mortalidad, de los afectos, que, parece, usted no los tiene.

 

Todo esto lo refiero muy sucintamente. Luego pasó a hablar, siempre online, un médico negacionista de la vacuna del COVID-19, que, según él, trabajaba en tres o cuatro hospitales, y le pasaban sus compañeros de profesión hojas con los datos de las camillas ocupadas en los hospitales, ya fuesen de los del COVID, u otra causa, en las UCI. Este doctor no estaba vacunado, se negaba a ponerse la vacuna, porque, según él, pasar la enfermedad era suficiente garantía para auto-inmunizarse. Eso sí, estaba a favor de la prueba de antígenos, algo es algo, ésa sí se la hacía.

 

En general, los negacionistas del COVID-19 alegan que nos inyectan algo pernicioso, no experimentado, para acabar con unos cuantos, vamos. Con eso lo que hacen es provocar distancia, enfrentamiento, división, escepticismo, recelo. No saben, no entienden, la alarma que provocan con su irresponsable conducta.

 

Esperemos que el tiempo nos aclare cuál es la mejor postura, teniendo en la vacunación suficientes garantías como para estar tranquilos y no tan ofuscados como los negacionistas. La ciencia dará respuestas a estas dudas, pero tiempo al tiempo, no nos adelantemos. Las vacunas están clínicamente probadas y, por favor, insisto, la alarma es innecesaria.

 

 

1 comentario:

  1. El tiempo de momento está demostrando que la vacunación masiva ha sido efectiva. Estamos viviendo tiempos muy convulsos y tenemos tantas vias de información que no sabemos a que atenernos. El COVID 19 ha venido para quedarse esperemos que como la gripe ordinaria pronto llegue a estabilizarse y deje de ser fan peligroso y mortífero.

    PD Pienso que como el miedo es libre, los * seudoeruditos* juegan con la ventaja de amedrentar. Yo si me he vacunado.

    Un saludo
    M. Ángeles Espartal

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