jueves, 26 de diciembre de 2024

CREER EN TI

CÓMO VOLVER A CREER EN TI! - Alejandro Chabán

Creer en ti cuando nadie crea, cuando se desfase la verdad que sea, cuando el mundo impío te propale el lema.

Creer en ti aun sin inocencia, desvariado, hastiado, con hostil violencia, imprecado, aherrojado, un sinfín de alertas.

Creer en ti en la insistencia, en el pulso firme, en la persistencia, en la fe abnegada, en la ciega clemencia.

Creer en ti oh Dios de la Tierra, del Espacio mismo, del cosmos y estrellas, orando los rezos de las penitencias.

Creer en ti amigo veleta, que me tienes loco con tus locos temas, pero que de mi corazón un pedazo llevas.

Creer en ti ahora que te desesperas, una mano en hombro, una buena nueva, un apoyo calmo, una luna llena.

Creer en ti con la agenda buena, la que tiempo da y no lleva cuentas, la que es regalo, de oferente muestra.

Creer en ti cuando me segregas y yo convenciendo rectifico ideas, te doy la señal de luz que te dé la vuelta.

Creer en ti, con las manos llenas, si me haces caso y a la cara miras sin malas ideas, si haces lo opuesto y te enseño a otras maneras.

Creer en ti mi naranja media, mi amor venturoso, mi leal pareja, compartiendo espacio, tiempo, sino y épocas buenas.

Creer en ti mi familia plena, padres, madres, hijos, nietos, suegros, nueras, tíos, tías, yernos, yernas, consuegros, consuegras.

Creer en ti mi hermano o hermana, de mis padres el pariente que sea, allegados de sangre, sin envidias, peleas.

Creer en ti mi lector de ideas, de frases rimadas, de mis odiseas, de mis conjeturas, cuales métricas ante vos os sea.

Creer en ti que la noche llega, que el rimar fenece, y acabo el poema, que a dormir ya toca, que a otro día me leas.
 

martes, 24 de diciembre de 2024

EL TIEMPO

Qué es el tiempo? | Explora | Univision

Esta vez mi propuesta de tema libre bordea un camino difícil de construir y laborioso en su redactar; será un reto más para mí abordarlo: el tiempo como magnitud física, como parámetro secuencial de acontecimientos. El tic tac del reloj.

Los seres humanos tomamos conciencia del tiempo a través del uso de la razón. Sabemos que vivimos en un espacio dado y que en él el tiempo presente es el único perceptible a nivel sensorial. Nuestra ventaja frente al resto de especies animales reside en que nuestra capacidad de raciocinio permite que tengamos una memoria consciente, pudiendo así determinar que han transcurrido hechos con anterioridad, y una previsión contingente, que podemos hacer jugar en numerosas ocasiones a nuestro favor a través de tomar medidas de precaución.

La unidad básica para medir el tiempo en el Sistema Internacional es el segundo (s).

El tiempo en física se define operativamente como “lo que lee un reloj”. A partir de este dato podemos darnos una idea de la importancia que ello representa.

Según el concepto físico del tiempo el mismo se concibe en mecánica clásica como magnitud absoluta, es decir, es un escalar cuya medida es idéntica para todos los observadores; en mecánica relativista la medida del transcurso del tiempo depende del sistema de referencia donde esté situado el observador y de su estado de movimiento, es decir, diferentes observadores miden diferentes tiempos transcurridos entre dos eventos causalmente conectados.

Las personas valoramos mucho nuestro tiempo, o eso deberíamos. Socialmente nos damos cuenta de que lo necesitamos. En el trabajo es, de manera análoga, indispensable. Se necesita tiempo para todo, en él nos hallamos inmersos.

Muchas personas quieren acaparar el tiempo de los demás, o también ocupar parte del tiempo como punto de atención, con histrionismo.

Algunas veces nos preocupa mucho el control del tiempo, pero el tiempo, como naturalmente sucede, transcurre, sin más, no podemos atraparlo. Podemos, eso sí, medirlo; a través de las fotografías e imágenes de vídeo, retenerlo de alguna manera como recuerdo; podemos quitarle importancia, olvidarlo, recordarlo,…

El tiempo nos brinda la oportunidad de experimentar, de vivir, de progresar, de avanzar, de socializar, de amar, de crecer, de madurar, de construir, etc. Es decir, innumerables efectos nos provoca el transcurso del tiempo. Hay que darle la oportunidad y él solito nos lo irá demostrando.

No se me olvida que aspectos habrá también negativos que nos puedan acaecer con el tiempo. Pero esos mejor arrinconarlos.

El tiempo y sus efectos en el espacio, en el ambiente, en la Tierra, en la humanidad, a la postre, a largo plazo, nos iguala en esa indeseada desembocadura que es la temporalidad, el sino, el fin, la muerte.

Si contamos con algo de fe, ciertamente salvaguardaremos nuestros ánimos un tanto en cuanto no se piense tanto en dicha evanescencia: contaremos con el pilar de la creencia en un más allá que nos aliviará frente a los tormentos terrenos.

Muchas gracias por tu tiempo en leer estas líneas, querido lector/a.
 

viernes, 20 de diciembre de 2024

DEFENDIENDO MI HONRA

Mãos Segurando A Ilustração De Vetor De Honra De Coroa De Prêmio  Ilustraciones svg, vectoriales, clip art vectorizado libre de derechos.  Image 91839613

Cada día que transcurre nos acercamos más a las señaladas fechas navideñas. Este 2024 se está agotando, y de él brotará un año nuevo, 2025, del que anhelaremos nuevas expectativas, y del que cada uno será de nuevo partícipe en la intrincada maraña existencial que le depare su vida, a saber, la mecha prenderá de nuestros ánimos y actitudes.

En este capítulo de mi blog voy a hacer hincapié en un no poco controvertido debate acerca de la autoestima, en particular, haciéndola girar desde mi persona hacia el exterior, mi colectivo, en general.

Desde pequeñito mi carácter vivaz hacía fijar la atención visualmente con avidez. El mismo énfasis ponía en el olfato, el oído, el gusto y el tacto en mi entorno más cercano. Mas verbalmente no reproducía los sonidos del lenguaje con la precisión que la mayoría a esa edad. Y además achacaba de cierto mutismo social, de cierto autismo o, mejor dicho, de falta de expresividad en los entornos a los que se me instaba a adentrar. Me costaba bastante integrarme en sitios nuevos.

Por lo tanto, el desajuste entre mi mundo interno y lo que reflejaba externamente aparejaba una paradoja: un chaval despierto, pero que, por su timidez e introspección no reflejaba al exterior lo que sentía y cómo lo sentía.

Afortunadamente, en periodos clave de mi vida, iría encontrando amistades que me ofrecerían apoyo y respaldo frente a las vicisitudes y dificultades, marcando eso un contrapunto para ir reorientando mis pasos a medida que iba creciendo.

Pero, llegando a la adolescencia, mi comportamiento se desorbita. Mis amistades de siempre me ofrecen su apoyo, yo las rechazo, e inicio una andadura que, años adelante, me revocarían en un enclaustramiento psicosocial fuerte.

Los siguientes tiempos no harían sino deteriorar mi imagen: abandono de los estudios, aunque siempre había ido bien; diagnóstico de una patología a nivel de salud mental de la que me sentía muy avergonzado; y un crisol de tristezas, ansiedades y vivencias variopintas que darían lugar a la adquisición de nuevas experiencias en nuevos entornos, ahora protegidos. Estuve, un tiempo, en un Centro Ocupacional de mi localidad, pero, del que me salí dada mis ganas de avanzar y lo desnivelado a nivel intelectual que me encontraba con las personas del Centro en cuestión.

Pero, poco tiempo después, tras obtener mi permiso de conducir, y tras un intento de estudiar un módulo infructuoso, se abre, para sorpresa de mis padres, un Centro de Rehabilitación Ocupacional y Laboral (CRPSL) en la zona. Todo ello instó a que se me convenciese, primero titubeantemente, luego iría forjando un vínculo más fuerte, a acudir a dicho CRPSL.

Este CRPSL era otro Centro, sí, pero con la diferencia de que el tratamiento era más especializado para las afecciones de tipo mental, que no intelectual.

Aquí mi integración ha sido, a lo largo de los años, un leitmotiv muy importante: mi recuperación tanto a nivel psicosocial como, en ciertos periodos, laboral.

En los últimos años, cada usuario cuenta con su propio e individualizado Plan de Recuperación Personal, el cual, en armonía con su tutor/a de referencia es planificado y en conjunto con el equipo de profesionales es aprobado.

Con todo esto voy a parar a que, a pesar de pesar, valga la redundancia, un pronunciado estigma en la población desconocedora de este tipo de problemática, ciertamente, se va acaparando más acercamiento, proximidad y empatía.

Sufro, no obstante, mi carga personal en la población, de eso soy consciente. Como todo afectado de este tipo de patologías, y como todo pueblo que se precie, la voz corre diáfana a través de las personas. Para lo bueno y para lo malo. Como a todo ciudadano de pueblo. Y es que, como entre grupos de personas en Consuegra unos hemos tenido más o menos contacto, más o menos experiencias, como se suele decir, “nos conocemos”.

Esto no significa que sirva de óbice para los chismorreos y demás a nivel social. En tanto que la enfermedad mental es una enfermedad no visual, no física, silenciosa, que se lleva dentro, el estigma estará ahí: en la persona, en la familia, en qué sé yo más niveles. Aunque es crudo de reconocer.

Afortunadamente contamos con los atenuantes de la medicación, la buena implicación del afectado, la ayuda profesional suministrada y el proceso de recuperación que, lentamente, realiza la maravillosa transformación de la persona: la reintegración en la sociedad y la evitación del rechazo.

Ahora como siempre prevalecen las fortalezas y los valores frente a las iniquidades.

Nuestra nación es afortunada de haber desarrollado un espacio en la gestión de la salud mental. Dejando atrás pasados tiempos, se ha optado por una red de servicios que ampare lo mejormente posible tantos y tan virulentos estados de crisis mentales.

Defiendo mi honra, ya que, aun juzgada por otros en criterios de incredulidad, desconocimiento, o falta de razones, yo, y solamente yo, sé por lo que he pasado y mi familia puede y está para atestiguarlo. Las secuelas, latentes, o presentes, no deben pasarnos inadvertidas. Toda persona puede padecer a lo largo de su vida algún tipo de problema de salud mental.
 

martes, 10 de diciembre de 2024

HABLANDO DE MÍ Y DEL MUNDO

 

Tierra De Dibujos Animados Feliz Hablando En Megáfono Grande Aislado  Ilustraciones svg, vectoriales, clip art vectorizado libre de derechos.  Image 59814682

En este diez de diciembre de azul cielo y temple helado, me pongo a escribir en rima presente con desenfado.

El cariz del ambiente, la actualidad evidente, hablan de guerras, en ciertas partes, mientras en otras, de eventos muy caros, y el mundo gira y gira, voltea y voltea no sin asombro desbocado.

La Navidad que viene de frente, acaba el año, y vemos que hemos pecado y/o amado, y deseamos que el nuevo que viene no nos sepa tan agrio, redunde a mejor y no nos dé tanto por saco.

Yo mismamente me miro y me digo que gracias a las vivencias y gente de al lado gracias puedo dar de un año más pasar y gestionar mis problemas de modo adecuado.

En París sus Juegos Olímpicos este año nos dieron clamor, emoción y agrado, ver competir a tantos atletas, cual gestas de fuerza, vigor, tenacidad y deportividad entre los implicados.

En Estados Unidos en este 2024 la batalla electoral ha sido tremenda, ingente y de calado, cuanto más que los resultados han aupado a la victoria a Donal Trump, el millonario tan por sus enemigos asediado, haciendo de esto todo un evento de mucho cuidado.

Israel contraataca a Hamás de modo endiablado, en la Franja de Gaza la devastación es terrible, se necesita la paz de una vez, no más muerte de humanos.

Ucrania versus Rusia se desgasta a toneladas de dineros de aliados, de armamentos y estrategias que devastan las regiones a escombros, las personas a mutilados, o a caídos, perecidos por tan brutal contienda. Putin, cese ya en sus demandas, y Zelenski sea cauto, que las bombas de la Rusia me ponen malo.

En América del Sur la sequía provocó los incendios este primer medio año, asolando en Brasil a millones de hectáreas, a Bolivia dejándola largos periodos de tiempo sin electricidad y a racionamiento de agua, siendo algunos fuegos provocados, mala leche, vaya, de malos criados.

Y la DANA de hace poco tiempo afectando a Valencia, y a un rincón de Albacete, nos hicieron comprender lo minúsculos, mediocres, de nuestros dirigentes, lo poco que somos ante las lluvias y torrentes, ante la tempestuoso del tiempo, ante la Naturaleza violenta y fuerte.

Y mientras el año transcurre, yo mi vida prosigo en la Vivienda en la que estoy conformado ciertamente, no sin algún que otro altibajo, manejado y controlado de manera implacable por el tiempo sabiamente.