jueves, 30 de mayo de 2013

La primavera


Las lluvias han sido recias,
Los fríos inmisericordes,
Y las siembras se han cocido,
Y las cosechas a la postre.

El clima crudo acompaña al bolsillo enjuto del pantalón desgastado de la economía doméstica. Unos bolsillos se hinchan más que otros, y otros tienen rotos.

¡Sagrada primavera! Engalana con tus flores todas las praderas, haz que luzca el sol y aleje los problemas; que acerque a las personas y disuelva los dilemas; que traiga buenas nuevas y termine con las penas.

DOS JÓVENES

Te acercas y me contemplas.
Me acerco y te contemplo.
Nos reímos pasado un rato. Voceamos y damos un salto. ¿Qué te hace tanta gracia?  -te pregunto.
-Lo que a ti tu arrogancia –me contestas.
-¿En qué te basas? –te reprocho.
-Tus andares son de militar. Tu vestir como el de un oso. Tu voz me infunde risa y tus dientes me hechizan.
-Pues yo en ti veo otros faroles, caracoles.
-Diantre, ¿posible es?
-Tu nariz es respingona, tus mejillas “dos bombonas”. Tu talla es palo de escoba, y tu aliento a coca-cola.
(Los dos jóvenes que un día riñeron, otro al altar se dirigieron)

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