El día veintiuno de
septiembre celebramos,
la procesión del Cristo, del
Cristo que adoramos,
con solemne beatitud en
Consuegra sus cristianos,
con respeto manifiesto por
las calles instaurado.
Este mismo día la Función
es el reclamo,
de la iglesia principal como
misa inaugural,
de Consuegra una costumbre,
una forma ritual,
de empezar las fiestas sacras
en el pueblo toledano.
Pirotecnia que alumbra el
nocturno cielo raso,
este día en la noche se
contempla no sin pasmo,
los fuegos de artificio, los
fuegos esperados,
con silencio tan devoto en
todos los ciudadanos.
Luces miles de colores se
diluyen por los cielos,
en honor de esta feria del
Cristo como modelo,
en honor de la ciudad, en
honor a los del pueblo,
que acuden a celebrar los
actos con los abuelos,
en honor a la humildad, en
honor a estos tiempos,
en honor de tradiciones
heredadas de ancestros.
Crisis aguda que pincha en
todo el pueblo,
y acucia la unidad de sus
gentes en consuelo,
crisis aguda de personas sin
empleo,
que demandan caridad
solidaria en sus fueros.
En los fueros interiores nos
miramos los manchegos,
y pensamos egoístas no
queremos ser de aquéllos,
que por calles deambulan por
la falta de dinero,
y volvemos la cabeza por
vergüenza o por miedo.
Mas la feria continúa
alegrando a los chicuelos,
ignorando las penurias de sus
padres por consuelo,
y el pueblo rememora con
feriantes en sus puestos,
días algo evasivos para el
alma del obrero.
Y el alma del patrón que
también entra en juego,
y le ablanda el corazón la
emoción de los festejos;
y el día veintidós a los
toros va el pueblo,
que con coste avalado pueda
entrar en el rodeo.
Rodeo de morlacos, toros
bravos y tan negros,
que demonios muy cornudos
aparentan con el miedo,
alentando con orquesta la
banda a los toreros,
a que sin temor faenen
eludiendo todo nervio.
El día veintitrés de este mes
en nuestro pueblo,
se juega fútbol yo destaco en
el campo para ello,
con el césped disponible a la
vista por recreo,
que aparenta ser real con
cariño y esmero.
Es la Liga de los clubes no
famosos por dinero,
los que “pieles van dejando”
por ganarse los trofeos,
los que juegan por el gusto
mas no viven de ello,
los que mérito se ganan
ofreciendo los eventos.
Eventos deportivos entre
hombres futboleros,
levantando aficiones a las
gentes de los pueblos,
en el Campo “El Amarguillo”
el Consuegra
es el reo,
que obligado ha de cumplir
por ganar y merecerlo.
El día veinticuatro de
septiembre es pueril,
es el Día del Niño el motivo
infantil,
los precios de atracciones se
rebajan la mitad,
y las mozas y los mozos se
animan a gastar.
Emotivos los recuerdos de los
niños de aquí,
montar en Giro loco, o en los
coches conducir,
coches grandes, coches
chicos,
de choques coches, de choques
mil,
o montarlos en caballitos por
hacerlos sonreír.
O en la olla del infierno
tambaleos son mil,
o en la barca temeraria con
el vértigo en sí;
más calmados jovenzuelos a
sus padres por pedir,
no les faltan coca-colas con
los fritos de maíz.
Con el chocolate ardiendo con
los churros al comer,
las veladas que se pasan
dulces son al parecer.
Y el día veinticinco acabó se
el trajín,
en la noche otros fuegos
fulgurosos ponen fin,
a las fiestas patronales, a
la fiesta tan feliz.