Las
palabras van sonando
como
pájaros cantando, campanillas repicando,
ofendiendo,
o no tanto.
Palabrotas,
palabrillas, palabritas del lenguaje,
del
idioma castellano, de la España que las hace.
Las
palabras locas, rotas, más sencillas o compuestas,
homónimas,
sinónimas, estentóreas y/o grotescas.
Polisemia
que enriquece y a la lengua simplifica,
las
palabras más denotan, más matices significan.
Las
retóricas palabras, las paráfrasis extensas,
el
idioma enriquecido en las obras y en las Letras.
Retóricas
figuras dan clamor y dan altura,
dan
pasión y aflicción, dan la gran literatura.
En
verso o en prosa los versos se nos dan.
Y
en género, número, forma, sintaxis, etc.,
multitud
son los aspectos de las palabras,
plurales
sus virtudes, singulares sus defectos.
Las
palabras y sus frases y oraciones y demás,
y
los párrafos correctos que leemos sin parar.
El
glosario es el tesoro, el bagaje cultural,
las
palabras diferentes definidas de verdad.
Las
palabras que nos nombran: a personas,
a
objetos, a animales; a lugares, a aspectos
más
humanos, sociológicos, morales.
Las
palabras ordenadas en el diccionario que está bien,
en
el hábito hacendoso del lector que es fetén.
Enciclopédicos
saberes, libros sacros, sabios seres,
información
clasificada de manera ordenada.
Las
palabras nos definen y al mundo entero simbolizan,
hacen
que más nos entendamos y avancemos más deprisa.
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