Hoy me he levantado
agradecido, renovado, a este mundo variopinto de las letras que me rodea y
circunscribe:
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Gracias, Diccionario de la Real Academia, por ser tan
ilustre, por estar tan a disposición, gratuito, accesible, en línea, y poder
acceder, así, a tu magno vocabulario, sin tener que recurrir a los voluminosos
tomos en papel que antes era necesario ejercer, aunque tuviera su encanto, pues
en la digitalización se ha ahorrado tiempo a la hora de buscar los términos, y
te puedes enriquecer más de ellos con estas nuevas ediciones actualizadas tras
la del Tricentenario (RAE).
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Gracias, mundo global, porque en las redes todos
participamos, y podemos aprender unos de otros. Los comentarios son
enriquecedores, y además la conectividad virtual actúa como mediadora de
conflictos, como profesora en ciertos casos, o haciendo llegar la información a
cualquier lugar que cuente con recursos para ello.
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Gracias, lectores incansables, vosotros hacéis de la
Literatura una fábrica de sueños. Vosotros permitís que la rueda ruede, que las
aspas del molino giren, así como con vuestras actitudes hacéis que no decaiga
el mundo de las Letras, sea cual sea su género.
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Gracias, estímulos del mundo de la Cultura, con vuestros
galardones honráis a los escritores que pujan por hacerse un hueco en el
complejo olimpo de la literatura actual. Vuestros premios literarios renuevan
el espíritu creativo inscrito en las generaciones que conviven entre sí.
Alimentáis los sueños de muchísimos aspirantes, y conseguís una repercusión
espectacular.
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Gracias, literatos, catedráticos, oradores, que os ponéis a
esta noble causa de las Letras, magnificándolas con vuestras contribuciones en
ciertas ocasiones desinteresadas.
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Gracias, familias y amigos del mundo, que dais apoyo y cariño
a vuestros allegados, aquellos potenciales escritores que, arropados por
vosotros, se sienten más acogidos y seguros en sus etapas iniciales de
profesión.
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Gracias, España, por otorgarnos un idioma tan asequible y
mundial; por la belleza y moralidad de tu Quijote; por tus acentos y tus rimas.
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Gracias, animada audiencia de mi blog, por estar ahí todo
este tiempo, por hojear con fruición estas entregas que de vez en cuando os
hago llegar.
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Gracias, gente próxima a mí, vosotros sois el acicate que me
renueva.
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Gracias, en fin, lectores y seguidores, sin vuestro celo este
blog no tendría sentido de ser.
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