La inspiración es una
musa que viene y va, que va y que viene, que lenta cede.
Cuando más la buscas,
cuando más la quieres, se te escabulle por las paredes.
Inspirarte en algo
fortuito a veces trae esa marejada de reflexiones que a libros forman con
grandes notas que se requieren.
Decir sí a unos
apuntes oportunos trayendo olas de ideas crecientes apunta al cosmos del poeta
en ciernes, a los augurios de futuros célebres.
Inspiración,
metamorfosea lo que sea leve, hazlo bello y áureo, por que dure siempre.
Y a la fría nieve
dale ese matiz, el color que lleve el calor en sí a la buena gente en poemas
cortos, en poemas breves, en poemas largos, en las santas redes.
Inspiración que te
vas y vienes, que me das de sí unos versos tenues, no me seas infiel, que cobijo
aquí tú ya sabes tienes, el poeta que te maneja adrede.
Y así con todo yo te
quiero siempre, inspiración mía que va y que viene.
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