La Verdad

La verdad es una musa que se escribe escondida
en los versos amorosos, en los versos a las niñas.

La verdad es realidad si evitas las mentiras,
si hablas con honor a la gente entendida.

La verdad es como un templo si las masas encendidas
manifiestan sentimientos de la fe que no critican.

La verdad es traicionera si la usas con manía
a la gente que te ayuda con el alma de sus vidas,
y a cambio con injurias tú les pagas con porfía.

La verdad es muy dispar según tiempos de la vida,
en los niños es más clara, en adultos se olvida.

La verdad es guerreada en los hombres y en los días,
de los tiempos ancestrales con honor y valentía.

La verdad es subjetiva si con juicios la matizas,
si de gusto tú la adornas con sandeces e ironías.

La verdad es trascendente en los juicios y en las misas,
es tesoro muy valioso de oradores sin malicia.

En política se tapa, en la vida la utilizas,
si llegado el momento es objeto de valía.

Las verdades son misterios en asuntos e intrigas
de la ciencia no probada, de ésta desconocida.

Las verdades son misterios en estrellas que admiras,
con la fama embriagan, con temor de sus manías.

Las verdades de la vida se arrinconan con etapas,
experiencias las destapan, desengaños las desquician.

Las verdades son ofensas en los “falsos” jesuitas,
escondiendo con astucia el rubor que los marchitan.

La verdad cuesta a veces sacrificios y la vida,
cual los mártires tenaces sin negar ideologías,
torturados no se rinden y con ellas se expían.

Alabamos las historias de aventuras y de risas,
el humor las edulcora con verdades desmedidas.

Tanto el listo como el tonto, como el rey o sus lacayos,
verdades les amparan de honor con simpatía.

La verdad que en la vida es o no es objetiva,
con lamentos se camufla y en la Tierra se estima.

La verdad es de estos versos la razón de su armonía,
el esfuerzo me ha agotado, la intención en sus medidas
es objeto descarado evadiendo las mentiras.