San
José, obrero insigne, que a la Virgen fuiste fiel,
que
al Niño bendijiste con la horma de tu ser.
San
José, obrero insigne, fuiste tú hombre de bien,
que
cuidaste con María al Mesías en Belén.
Carpintero
ilustre y firme, que de Dios llegó tu fe,
para
así ser protegido de los males de interés.
Para
así salvar a ambos fue enviado San Gabriel,
el
arcángel que anunciaba que Jesús sería Ley.
San
José, obrero insigne, ora en paz a nuestra grey,
porque
no nos destruyamos y sepamos ir con fe.
San
José, obrero insigne, danos paz y amor por ver
seguir
nuestro destino con Cristo como Rey.
San
José, míranos, desde el Cielo a través,
y
así como te vemos tú a nosotros haznos ver.
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