sábado, 30 de diciembre de 2017

ENSÉÑAME A VIVIR



Enséñame a vivir, destino manifiesto, torpeza del sentir,
verano de mi cuerpo, intrépido en esquí.

Enséñame a vivir, imperfecta autoestima, con dudas al pilpil,
con buenas intenciones, con ganas de existir.

Enséñame a vivir, oh, tiempo de mi vida, espacio tan sutil,
espejo que me cuida, estampa del visir.

Enséñame a vivir, melifluo día a día, o sierpe del sufrir,
arrollo que me guía, agüita de abril.

Enséñame a vivir, con ánimo moderado, con modales que erguir,
con buenos planteamientos, pensamientos cientos, mil.

Enséñame a vivir, oh, sino de lo ignoto, oh, tiempo por venir,
oh, puros terremotos, afrentas que asentir.

Enséñame a vivir, edad que me transita, experiencia que me aplica,
entendimiento que ennoblece al alma del candil.

Enséñame a vivir, oh, lengua del país, oh, pueblo de raíz,
oh, entrañas que hay en mí.

Enséñame a vivir, poesía varonil, el romance no aleatorio,
y lleno de matiz.

Enséñame a vivir, esencia del destino, escriba del sinfín,
poeta en carne y hueso, audaz al escribir.

Enséñame a escribir, con esto y con aquello, con cierto porvenir,
con ritmo y solfeo que sepa transcribir.


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