sábado, 1 de octubre de 2016

LA HERMOSURA



La guapura o la feúra,
es igual que la escritura,
se valora con el alma,
intuyendo su hermosura.

Ser hermoso es ser grato,
ser amable y con cultura,
con la risa y la ternura,
con la charla muy madura.

No tan bello el caradura,
engreído y sin dudas,
que mal habla y censura,
con veneno y sin cordura.

La belleza no es visible,
con la vista oportuna,
encontrarla cuesta más,
que ojeando las figuras.

No ser bello siendo hermoso,
es posible en los curas,
que nos hacen distinguir,
la bondad de las criaturas.

Si coinciden la bondad,
con el cuerpo sin fracturas,
es dichosa la fortuna,
muy valiosa tesitura.

Si al contrario es lo opuesto,
y se juntan feas púas,
con un alma algo impura,
juzgue Dios su apostura.

La belleza o la feúra,
concepciones que evalúan,
nuestros ojos caprichosos,
nuestras almas inseguras.

Ser apuesto o no serlo,
cuenta mucho en la cultura,
a la hora del trabajo,
como injusta impostura.

Tanto guapos como feos,
todos somos criaturas,
más o menos infelices,
más o menos inseguras.

Ser hermoso uno mismo,
es ser bueno en cultura,
ser honrado con la luna,
con el sol que nos alumbra.

La guapura o la feúra,
es igual que la escritura,
cómo vistos intuimos,
nuestras auras en la luna.

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