sábado, 26 de noviembre de 2016

EN MI CAMA

Estoy más solo que la una,
y me subo a las montañas,
y contemplo destemplado,
el abismo de sus faldas.

Busco y busco en mi fuero,
luz del día, de mañana,
busco y busco desnortado,
en la noche y madrugada.

El calor no me acompaña,
soy cadáver de las masas,
solitario entre gentío,
entre el ruido que se apaga.

De la luna soy cautivo,
entre estrellas y esmeraldas,
en la aurora me cobijo,
con la luz a mis espaldas.

De repente ya ni pío,
miro al cielo en mi cama,
y me siento solitario,
entre un mundo que se inflama.

Uno solo caminando,
con su vida a las espaldas,
uno solo imaginando,
las estrellas del mañana.

El poeta se extravía,
el poeta se encarama,
en las elevadas cuestas,
en exiguas esperanzas.

Busca y busca desnortado,
el calor de la mañana,
el fulgor de las estrellas,
el amor bajo su cama.

Uno rima con presteza,
al candor de sus sonatas,
uno arriba al planeta,
de los sueños en pijama.

Viva el cielo y las estrellas,
y las velas con sus llamas,
hacia Dios llenos de amor,
hacia sueños y esperanzas.

Uno y uno suman dos,
los señores y las damas,
el amor con ilusión,
con la fe que se proclama.

Busco y busco en mi fuero,
luz del día, de mañana,
y dormido me despierto,
con el alma en mi cama.

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