El libro

 ¿QUÉ ES UN LIBRO?

Es acaso un aprendiz del hombre; es acaso hojas muertas de árbol noble; es acaso él el que enseña lo que hacerse debiera; es acaso él el que no engaña, el que de verdad habla; o el que al hombre desengaña en tiempos de guerra.

Si es aprendiz es porque ilustra lo que pasa, y él estudia lo que el hombre le enseña, y lo que su mano le instruye con firmeza, y que será (el libro) el maestro de quien lo lea.

Si es hojas muertas de árbol noble es porque se le hace sombra (al libro) con el olvido, con la torpeza de dejar de darle mérito, y con volcarse en vagas ideas. Son hojas que necesitan luz para vivir, que leer es lo que las riega, y que si se ignoran marchitas quedan.

Si es (el libro) el que enseña lo que hacerse debiera, es porque aconseja ante las dudas, el que inspira con cordura, y el que muchas veces razón lleva.

Si es (el libro) el que no engaña y de verdad habla es porque en él no se oculta razón o excusa, porque es memoria de quien lo escribe y manual de quien lo usa.

Si es el que al hombre desengaña en tiempos de guerra, lo es porque con él se aplacan diferencias de culturas muy diversas.

El espejo

Miro de frente sin ánimo al espejo,
Me devuelve una caricatura por reflejo,
De triste rostro ovalado y ceniciento,
Cuya forma consecuencia es de sus excesos.

Llena esa cara con tristes recuerdos,
Pegada a un cuerpo hueco de vida triste,
De desánimo plagado con andanzas grises,
De otros tiempos olvidado, de carcajadas,
Muertas por no alegrarse ni levantarse,
De ánimos exhaustos por el desengaño.

El espejo no habla pero enseña,
Que el tiempo no perdona, no espera,
Que es pura ilusión lo que demuestra,
Que pedazo es de cristal sin truco,
Que es un vagabundo de este mundo,
Que no para de andar ni se detiene,
Que lento e inexorable va sin rumbo.

El espejo no habla pero enseña,
Que la vida es mañana soleada,
Que termina con noche estrellada.

Observar a los otros en otros espejos,
Hablándonos con temor a que se rompan,
Es el vagar sereno que al caminar hacemos,
Con preguntas y respuestas, alegrías y quejas.

La vida es mañana, es aurora temprana,
Es el sol radiante que alumbra e irradia,
Que enseña a mirar dónde vamos a parar,
A lo deformes que  sin duda vamos a acabar.

Llega la tarde bochornosa que es,
La mediana edad que calurosa es,
Que trabajar la vuelve tediosa,
Y que a veces nos sabe odiosa.

Si la noche es oscura o siniestra,
El espejo sepulcral nos muestra,
El consuelo de verla con luceros,
Con fulgores miles de consuelos.

Las horas

El tumulto de las horas,
Que agitadas nos agobian,
Pensamientos reflexivos,
Que se guardan tras la boca,
Ardiendo sobre conciencias,
Eludidas del dolor,
Buscarse ocupación,
Eficaz distracción,
Con sus miles de remedios,
Curación de la zozobra,
Callar los pensamientos,
Que tanto nos agobian.

Felicidades a raudales,
Por motivos particulares,
Variedades de la vida,
Que alientan los manjares,
Coger los buenos ratos,
Es un plato suculento,
Para rejuvenecer,
Nuestro rostro de los tiempos.

Las estrellas de mi España,
Las asocio con luceros que,
Brillos continuos muestran,
Cuando hablan de sus cuentos.

Los debates religiosos,
Los objetos más dantescos,
Publicidad a raudales,
Aguantamos de los medios,
A comprar con los avales,
Las  casas de nuestros sueños.

Luchar por destacar,
No es ya simple pretexto,
Por quererse avanzar,
Sobre masas como perros.

El detalle en la vida,
La belleza del instante,
Seguir los mandamientos,
Con jolgorio incesante,
Metas con viles retos.

Quiero morir de viejo,
No matarme por un sueño,
No aplastar como elefantes,
De los otros, otros sueños.

Oliva y Vid

Olivas y vides generosas,
Que nutrís al pueblo español,
Recibid el agua milagrosa,
Que os envía el Señor.

En La Mancha tenéis el aposento,
La fama, la gracia, el honor,
De vivir con otras cosechas,
De crecer bajo el alto sol.

De Cervantes en libro famoso,
En historia empañada de sudor,
En España en citas de ahora,
Se os reconoce el valor.

Que sequías no os dañen,
Clama bravo el labrador,
Que granizos no os aticen,
Ni os amarguen el sabor.

Si de olivas entusiasta,
El viajero busca con clamor,
Ser testigo de hazañas,
Lea y viaje sin pudor.

Que en La Mancha toledana,
Y por toda su extensión,
Son las uvas las manzanas,
Del edén cautivador.

Y buenas sus propiedades,
Y exquisito su sabor,
Y apuesto el uniforme,
En las viñas digo yo.

Y autovía toledana,
Es llamada con fervor,
“De Viñedos” solariegos,
De grandiosa en región.

De azafranes y otras plantas,
Exprimidas con ardor,
Obtenidas son bebidas,
Sanas para el corazón.

En fin, serán los años,
Los que sigan tradición,
Seguir siendo toledanos,
Con sensato corazón.