viernes, 24 de julio de 2020

MI TIEMPO 24/07/2020

Drásticamente concibo mi tiempo. El tiempo que faltándome me sobre lo voy a dedicar a mi antigua y relegada pasión: mi diario. Un diario sutil y leíble, que reconforte a ese auditorio que imagino exiguo. Y es que la desazón me come, el torbellino existencial me abruma, y no encuentro otra manera de aplacarlos que escribiendo y/o exhibiendo cual pavo real estas sin pares emociones.

Tras comenzar un año 2020 que se auguraba prometedor, irrumpe el coronavirus, y esto trastoca los bolsillos, y desestabiliza nuestro sistema, o, en cierto grado, lo altera. Quien más quien menos se agarra a su empleo, si lo puede conservar, y el país entra en modo hibernación, entrando la cuarentena. Así varios meses de encierro, de parálisis económica, de estado de alarma, que nos ha hecho ser lo que somos ahora, nuestra inevitable realidad.

Y las consecuencias son claras: millares de muertos a causa del COVID; medidas de prevención obligatorias para evitar la propagación del virus como: lavado de manos, distancia social, uso de mascarillas, etc.; y otra consecuencia, ésta de reciente aparición, es la irrupción de múltiples rebrotes en la nueva normalidad en que estamos.

El tiempo pasa, frugal amigo, y nos da en deparar en unas u otras situaciones. Cobijarse en él es lo único que nos garantiza que seguimos vivos. Por eso yo trazo estas líneas, para, con ellas, conservar la esencia del tiempo que es ahora, un algo en ese futuro que se abre camino, un legado que perviva y hable por sí mismo.

Por eso hago este mi diario abierto, e incluyo noticias. Anda que la que tiene liada el rey emérito con sus dineros truculentos. Y Pablo Iglesias “con sus cosas”. Motín de motines, velar por el viento, España que ansías sin COVID ni muertos.


miércoles, 22 de julio de 2020

VEO PASAR

Inútil mi vida pasa despacio,
veo pasarla con su gris manto,
a ella me aferro, pero se burla,
yo soy bufón torpe, carajo.

Quise un papel cuando podía,
cuando aún joven yo me atrevía,
ahora los años me han apurado
y veo la vida muy enfadado.

Qué hacerle voy, digo espantado,
si ya no hay risas, si no hay abrazos,
si ya se pierden esos los lazos
que enternecían antes del COVID.

Si antes del COVID ya era triste,
cuán ahora más con este chiste,
nos alejamos, desconfiamos,
un mundo distante late en ristre.

Veo pasar los días amargos,
las nebulosas del cielo me asisten,
y con los míos veo este cielo
ora más alegre, ora más triste.

Queda poetizar, ver nuevos destellos,
tras esas máscaras ver cielos nuevos,
y adaptarse a lo que venga,
ya sea al COVID, ya a las tinieblas.


sábado, 18 de julio de 2020

LA INSPIRACIÓN

La inspiración es una musa que viene y va, que va y que viene, que lenta cede.

Cuando más la buscas, cuando más la quieres, se te escabulle por las paredes.

Inspirarte en algo fortuito a veces trae esa marejada de reflexiones que a libros forman con grandes notas que se requieren.

Decir sí a unos apuntes oportunos trayendo olas de ideas crecientes apunta al cosmos del poeta en ciernes, a los augurios de futuros célebres.

Inspiración, metamorfosea lo que sea leve, hazlo bello y áureo, por que dure siempre.

Y a la fría nieve dale ese matiz, el color que lleve el calor en sí a la buena gente en poemas cortos, en poemas breves, en poemas largos, en las santas redes.

Inspiración que te vas y vienes, que me das de sí unos versos tenues, no me seas infiel, que cobijo aquí tú ya sabes tienes, el poeta que te maneja adrede.

Y así con todo yo te quiero siempre, inspiración mía que va y que viene.