martes, 30 de mayo de 2017

LUNA 14-11-2016



Luna lunita, luna lunera,
cara de queso, luces y nieblas,
noches lobunas, perros de vieja,
probos secuaces que nos jalean.

Luna meliflua, bodas que llevas,
luna que eclipsas todas mis penas,
luna amorosa, nuevo teorema,
fértil parterre de las neveras.

Luna intocable, luna rellena,
luna naranja, luna refleja,
yendo de noche “requetebella”,
yendo de día blanca y bermeja.

Cuerpo celeste que enajena
tantas historias propias o ajenas;
cuerpo manchado, cenas con huellas,
naves y seres, mitos, leyendas.

A la luz de la luna va la doncella,
llena de amores, ausente de penas;
místicos gatos maúllan y celan,
dan a la noche grandes peleas.

Hombres lobunos cambian y medran,
vuelven soberbios, locos de veras;
grandes empresas van a la quiebra,
soles y lunas, tiempos y guerras.

En la luna me siento, busco mi cena,
voy al rebaño, hallo mi cueva,
curo de espanto, pulo mi piedra,
pierdo el juicio estando en ella.

Luna lunita, blanca o negra,
cara de queso, brillo que llega,
noches lobunas, mares de estrellas,
olas salvajes que nos jalean.

LOS REYES 01-01-2017



Los Reyes ya llegan,
la Estrella les vela,
Belén su destino,
Jesús en la Tierra.

Camellos de noche,
de Oriente Altezas,
Gaspar, Baltasar
y Melchor como “fieras”.

Incienso y mirra,
y oro de veras,
presentes que Magos
al Niño le entregan.

Los áulicos portes,
la magia hebrea,
María y José,
Jesús que gatea.

De noche los Magos
a casa nos llegan,
los niños durmiendo,
los padres en vela.

Los Magos de Oriente,
la magia que vuela,
juguetes envueltos,
regalos que sean.

El árbol en casa,
zapatos que quedan
a Reyes expuestos
con cartas e ideas.

Los niños soñando
la magia que esperan,
el orto con ansia
quedando a la espera.

Los Reyes ya llegan
a pueblos y aldeas,
a urbes de Dios,
a todo el que crea.

De Oriente los Magos
presentes le llevan
al Hijo de Dios,
al Cristo que llega.

Carbones por malos
los críos se quejan,
los buenos contentos
con poco que sea.

La Magia de Oriente,
la Estrella que llega,
la fe en el Mesías,
la paz en la Tierra.

Los áulicos portes,
la magia hebrea,
María y José,
Jesús como estrella.

LOS CALORES 27-05-2017



Ya los calores moldean los ánimos onanistas de la juventud en ebullición. Las parejas van planeando dónde poder ir de veraneo, si van a ir aquí, allá, si van a la playa, a la montaña, si pueden permitirse esto o aquello.

Junio se acerca, y las precipitaciones que se dejan caer en algún día puntual avivan las florestas de nuestros ecosistemas manchegos. Los viñedos, los olivares, los trigales, cereales en general y árboles como los almendros y los pistachos puestos masivamente estos últimos años por toda la geografía española, recogen estas lluvias como bendición para sus florecimientos y productividades.

En Barcelona se expone un gran número de objetos personales del mítico David Bowie en un museo habilitado para ello. Extravagante y multifacético, este músico, a lo largo de sus cincuenta años de trayectoria, aportó al pop diversas y diferentes variantes, y a sus incondicionales fans, en esta colección, permitirán adentrarse en la vida que este personaje llevó desde sus inicios hasta sus últimos años de vida, y a los cuales nunca dejó indiferentes.

Aun con su escuálida complexión generó en vida fervores y amores que perdurarán en la memoria de sus más acérrimos entusiastas.

En Mánchester, por otra parte, las condolencias por las víctimas del atentado yihadista son numerosas. El concierto que una cantante exitosa oficiaba se vio ennegrecido por tal reprobable crimen. Veintidós víctimas mortales y otro tanto número de heridos son el último saldo de la yihad radical que golpea en Europa.

Hay otras noticias más agradables como que nuestro país tiene unos alentadores pronósticos en el sector turístico para estos próximos meses.

La época estival, como decía al principio, nos altera emocional y físicamente. Aprovechemos el buen tiempo para salir más, entablar nuevas amistades y encontrar a nuestra media naranja.

NO SÉ QUÉ DECIR, PERO SÉ CONTARLO TODO



No sé qué decir, pero sé contarlo todo. En su sagrada forma Jesucristo me dio la solución. Las llagas de su invicto cuerpo destilan el sufrimiento de toda la humanidad. La ablución nos llama a su encuentro. Cada día que amanece, cada respiración y cada instante nuestros llenan de gracia la faz de nuestro Mesías, aunque ciertas veces nos desentendamos y nos obcequemos en ver sólo nuestras miserias personales.

La cristiandad se revuelve, impetuosa, ante los peligros que la acechan. La falta de vocaciones religiosas. La amenaza del terrorismo yihadista atentando contra los valores democráticos que abren fronteras para recoger a los refugiados que se quieren proteger. Los escándalos políticos y humanos de corrupción punible. El hambre y la miseria en el mundo. El egotismo parlanchín y alborotador. El egoísmo consiguiente. El ansia viva de medrar sin ética sobre nuestros semejantes.

Se buscan soluciones para este decaimiento ético global, que en la actualidad nos concierne a todos y lo podemos reducir yendo más a misa los que decimos ser cristianos poco practicantes. Y actuando más en los ámbitos consabidos de involucración de ayuda desinteresada y de voluntariado.

La Iglesia, ayuna de juventud, envejece al dar la impresión de poca participación juvenil. Da esta impresión si nos evadimos y no nos implicamos.

Porque las festividades religiosas deben significar algo más que exhibición, pompa, folclore, reorientándonos hacia un camino más recto de purificación espiritual interior.

En nuestra sociedad los vínculos familiares mueven los engranajes imprescindibles y mínimos de afecto y comunicación interpersonales.

En la familia nos sentimos más entendidos y protegidos. Pero, si queremos alcanzar un mayor grado de plenitud vivencial, debemos movernos más allá de nuestra zona de confort. Ayudar al necesitado en la medida de nuestras posibilidades. Aportar el grano de arena que estemos dispuestos a contribuir, y, también, tras una introspección necesaria, tras despejar nuestros miedos incapacitantes, ayudarnos espiritual y asertivamente, y poder, así, captar, con mejor perspectiva, el sufrimiento ajeno que nos mueva a dar tiempo y afecto a quienes nos los piden.

Jesucristo nos llama a reunirnos como pueblo suyo a su alrededor, sin que nos distanciemos tanto por tanta tecnología deslumbradora e individual. Y es que, la casa de Dios, la de su Padre, abre sus puertas para que, al menos en las ocasiones que lo merecen, sepamos asimilar las creencias y los sermones religiosos con mejor actitud y entendimiento. Para que practiquemos la lengua común de la fe que nos una con mayor naturalidad, y dejemos de ver la paja en el ojo ajeno sin querer admitir la viga que en el nuestro nos ciega.

Los ayunos, las implicaciones activas de fe y todo lo relacionado con el culto deben decir de nosotros algo más que evidentes manifestaciones de veneración al Padre.

Una persona, sola, es más vulnerable si se encierra en su sufrimiento. Yo abogaría por la psicología de Cristo, la de que dejemos de mirarnos el ombligo, andemos más caminos que podamos recorrer en nuestra trayectoria vital.

El estrés, la desconfianza, la inseguridad, no obstante inherentes a la naturaleza humana de nuestra cultura occidental, deben dejar huecos para que respiremos y elevemos nuestras conciencias y credos en las ocasiones que así nos lo permitan.

Somos algo más que simples seres vivos. Somos animales racionales y sociales, pero nuestros miedos nos aíslan y entristecen.

Un ermitaño lucha contra las apetencias terrenales. Un cristiano amplía su panorama existencial si se deja ayudar y ayuda en lo que su persona le permite.

Mi experiencia como persona con enfermedad mental, más allá de lo que me supone como individuo con miedos interiores y más o menos racionales, me hace querer desenredar la madeja de mis pensamientos con espíritu sacrificado y combativo.

No debo callarme tanto, debo esforzarme en mis cualidades, potenciando aquellas que más dificultad me entrañan. Evitar el aislamiento; hablar más y con más personas; y, así, normalizar mi situación de cara al mundo para que los demás me acepten y respeten como yo quiero respetarlos a ellos.

La Tierra es un planeta azul, terrestre, habitable, vivo. Las maravillas que en él se encuentran son el resultado de su paulatina historia cósmica y evolutiva. No lo destruyamos con nuestras actitudes; no contaminemos tanto el ambiente del que somos beneficiarios. Entendamos que, como personas valiosas, jugamos, cada uno de nosotros, un papel único e intransferible, valioso para los demás como para nosotros mismos y para nuestro Señor.

No sé qué decir, pero sé contarlo todo. A mi manera.

El hambre de Dios, presente siempre cuando sufrimos y saciada cuando nos reunimos a hablar con Él, sin pelearnos, sin descalificarnos, mirando con optimismo cada recoveco que forma nuestra realidad, ilumina nuestros caminares.