viernes, 29 de septiembre de 2023

CATALUÑA SE NOS VA

 

Cataluña se nos va, sueña sola su Diada,

no escarmienta, y dejada, se emancipa de España.

 

Los “indepes” la reclaman, y voceros tienen ganas

de sacarle la tajada a esa tierra aún hispana.

 

Y Pedrito, el Presidente de esta España descastada,

negociando trapichea una enmienda con “indepes”,

ya veremos cómo acaba.

 

Entretanto el tiempo corre, el Rey desvía la mirada,

ahora a él le tocará elegir si hay Gobierno, o hay país,

o elecciones nuevas, esperanza.

 

Concesiones, por lo pronto, por un tubo por no liarla,

un “Gobierno” nacerá sometido por una minoría,

y el resto, disconforme, acatando la algarada.

 

Cataluña se nos va, tiene fiebre de las malas,

la de esa ambición de una parte que, avara,

mete más y más cizaña.

Esto no va de Cataluña 

 

viernes, 22 de septiembre de 2023

¿LA SOÑADA AMNISTÍA?

 

En nuestro complejo país asistimos, ya acostumbrados, a los malabares políticos más inusitados. Tras los pasados comicios del 23 de julio, donde se equilibraron los resultados de la Izquierda y la Derecha según los potenciales pactos de las diferentes formaciones en pos de salir investida la una o la otra, a día de hoy estamos expectantes ante la proximidad de la investidura del líder popular Alberto Núñez Feijóo, en cuyo desempeño dependerá que coja o no el relevo el líder socialista Pedro Sánchez. Ambos líderes compiten encarnizadamente por el poder político en los próximos cuatro años en España. Se juega nuestra nación, pues, que sea gobernada de una manera o de otra.

 

Pedro Sánchez, si está demostrando algo, es su capacidad de adaptación, cual camaleón que cambia de color según el entorno, para, de la manera que le sea posible, aunar la mayoría suficiente de diputados que le aseguren la investidura a su partido, y por ende, formar Gobierno otros cuatro años más.

 

Él no escatima en cambiar de posturas, y está dispuesto a hacer las concesiones necesarias a las formaciones minoritarias, a cambio de su apoyo. Sí, me refiero a Junts per Catalunya, de la que depende decisivamente su apoyo para conseguir la mayoría suficiente para vencer contra la investidura de su oponente, Núñez Feijóo.

 

El problema más grave es el precio que quiere poner el líder prófugo de Junts per Catalunya a cambio de su ayuda a Sánchez.

 

Carles Puigdemont, el líder de la formación independentista que tuvo que huir en un maletero de un coche fuera de España para no ser procesado junto a sus colaboradores, reclama la amnistía para su formación política, de la declaración de Independencia que llevó a término en 2017, y que, de no ser parada a tiempo, hubiera escindido Cataluña de España.

 

He estado investigando en Wikipedia y parece ser que la nomenclatura del partido de Carles Puigdemont bien pudiera haber variado desde que estaba en España, a ahora estando en el exilio. Y que, tal vez, líder, líder, no sea el cabecilla actualmente de todo el tinglado. Pero lo que cuenta es que es el representante en las negociaciones que se llevan a cabo de manera clandestina, entre Junts y el partido Sumar, por ejemplo, presidido por Yolanda Díaz, partido adlátere al partido socialista. Y que el partido socialista también tiene estrecho contacto a través de Pedro Sánchez con el figurín Carles Puigdemont, al primero se lo ve amansado por las exigencias del segundo estos últimos días en las declaraciones de prensa.

 

Total, se nos presenta un hipotético escenario en el que, o bien el Partido Popular toma las riendas del país juntando el apoyo de Vox, Coalición Canaria, y no sé si agua de las piedras; o bien el partido socialista acapara el poder, presumiblemente, por aunar más cantidad de diputados en un maremágnum de colaboraciones interesadas, vendiendo nuestro pundonor nacional a las exigencias de un delincuente infame.

 

La deriva está servida, la subida de los precios también. Solo faltaba la situación de las traducciones de las lenguas cooficiales. Un empujoncito más, un granito de arena más para incrementar el gasto y la deuda públicas.

 

Rematando, otra polémica se sirve en torno al número de personas que acompañaron al presidente del gobierno en funciones al Congreso de la ONU me parece que celebrado en Washington. Oficialmente, según La Moncloa, Pedro Sánchez necesitó un séquito de 46 colaboradores. Otras fuentes afirman que fueron hasta 107.

 

Soñaremos con rascarnos el bolsillo y llegar apurados a fin de mes; soñaremos con un gobierno calmo, que nos haga las tareas, que nos solucione los problemas; soñaremos con una amnistía pactada, con un referéndum que nos autodetermine como idiotas. Soñaremos con Carles Puigdemont. ¡Pero qué pelucón!

El filtro del TC ante una amnistía: «No está previsto en la Constitución»