domingo, 16 de marzo de 2014

La vergüenza


Me muero de vergüenza,
por tanta desvergüenza,
estado de Derecho,
estado que se quiebra.

Me muero de vergüenza,
por tanta impotencia,
faroles incendiarios,
causantes de las guerras.

Estado que se hunde,
poderes de Derechas,
aprietan enconadas,
los filos de tijeras.

Recortes y abusos,
nos sirven en bandeja,
en plato matutino,
en cóctel con lentejas.

Con bancos aliados,
chupando hipotecas,
chupándonos a impuestos,
crecientes de las rentas.

Con paro extraordinario,
nos dicen sin vergüenza,
que vamos mejorando,
saliendo de pobreza.

España se estanca,
por políticas inciertas,
empleo no se crea,
trabajo no aumenta.

España que flojea,
políticas maltrechas,
Rajoy no nos demuestra,
reformas europeas.

España se corrompe,
desiguala y desnivela,
unos ganan más que otros,
otros pierden sus monedas.

España juega limpio,
pero sufre las mareas,
del Gobierno que le toca,
de las leyes europeas.

Me muero de vergüenza,
por tanta desvergüenza,
estado de Derecho,
estado que se quiebra.

Poema de mis manos,
alza el vuelo y refleja,
la vergüenza manifiesta,
de mi España verdadera.

Lo que somos


En Castilla-La Mancha
somos viejos y nuevos,
somos altos y bajos,
como el blanco y el negro.

Somos listos y torpes,
somos sabios y memos,
somos chicos y chicas,
somos ríos revueltos.

Son las leyes del tiempo,
las del orden y aspectos,
del Estado del Derecho,
las que rigen el respeto.

Son las risas de las fiestas,
las que abren sentimientos,
positivos de la gente,
que amargada lo es por dentro.

Porque duelos hay los muchos,
familiares y secretos,
con la crisis asfixiante,
que adolece los afectos.

Porque vida es mejorable,
en familia que se une,
porque padres que se entiendan,
con los hijos hacen uña.

Año nuevo que comienza,
sé clemente, no des guerra,
que tus fríos invernales
no generen la violencia
que envuelve en matanzas
a los hombres de la Tierra.

Año nuevo que comienza,
dame paz, dame letras,
que te quiero detallar,
en poemas y gacetas.

Año nuevo dame vida,
y da vida al planeta,
y comida a los humanos,
que por Cristo nos protejas.

domingo, 9 de marzo de 2014

La yegua


En un día muy nublado,
Acercó se a mí una yegua,
Yo le di arroz tostado,
Y ella por casi me besa.

La monté alborozado,
Cabalgué raudo la sierra,
Me topé con un venado,
Que miró me con afrenta.

Sopesé si huir al trote,
O girar y dar la vuelta,
Y cazar a ese animal,
Con estoque y muleta.

Mas solo disponía,
De una vieja escopeta,
Y al punto de accionarla,
El gatillo se encasqueta.
 
El venado que es muy listo,
Se rasca su cornamenta,
Y huye entre las matas,
Por la sierra traicionera.

La tarde se torna oscura,
Y comienza una tormenta,
La yegua se me encabrita,
Y me mojo hasta las cejas.

Al trote yo deambulo,
A la era de una huerta,
Y allí en un caserío,
Me guarezco mientras.

Sus buenos hortelanos,
Me dan buena merienda,
Agua fresca del pozo,
Y paja para la yegua.

Pasado el chubasco,
Continúo mi paseo,
Dejo atrás los campos rasos,
Y cabalgo por senderos.

Que si campos de azafrán,
Que si olivos y viñedos,
Que si bosques escarpados,
Allá lejos en los cerros.

Empieza a anochecer,
Y mi yegua pide tregua,
Al establo me dirijo,
Me digo con regocijo.

Ha sido un día completo,
Por la sierra de Consuegra,
Hemos visto el llover,
Necesario a sus tierras.

El venado que cruzó,
A Dios gracias escapó,
Y los hortelanos generosos,
Por mucho serán dichosos.

En un día muy nublado,
Acercó se a mí una yegua,
Y al final de la jornada,
La mostré a mi doncella.

Otoño-Invierno


Borrasca friolera que barres por allá,
Campos y vergeles sin titubear,
Aplaca con tu ira a esas tierras de ciudad,
Alegra a las gentes, llévales la Navidad.

Que la nieve en invierno no nos haga enfadar,
Y en otoño no se caigan esas hojas del pinar,
Que soporten inclemencias y nos hagan adornar,
Con cintas y figuras el árbol de Navidad,
Y que luces y bolitas sirvan para decorar,
Al lado de turrones y del rico mazapán.

Es noviembre mes pionero del otoño y sus denuedos,
Por secar las hojas tibias que en verano no lo hicieron,
Y del frío agorero que anticipa el invierno,
Que molesta al pasear por las calles de mi pueblo.

Este mes es de Santos celebrante del recuerdo,
Pues su día inicial suele irse al cementerio,
En memoria de esos santos,
En memoria de los muertos,
En memoria de nostalgia,
En memoria hacia ellos.

Camposanto que deprime al ilustre aventurero,
Que llora sin pudor el recuerdo de sus muertos,
Y a los vivos entristece y enfría con el tiempo,
Y alborota esos nervios al entrar en su aposento.

Mas alegres son historias que se graban con el tiempo,
Y motivan a escribir grandes obras, grandes cuentos,
Epopeyas y sucesos, y poemas del momento,
Que enriquecen a personas, que enseñan sus consejos.

Es diciembre mes de misas,
Es diciembre mes añejo,
Es diciembre de familia,
Mes de ritos y festejos.

Días hay muy importantes que merecen mencionar,
Esos hechos que en España se quieren celebrar.
De diciembre día seis no se olvide reseñar,
Esas leyes que componen la base fundamental,
Del derecho ciudadano, del deber, de la moral,
Del Sistema que nos rige en Estado regular.

Es pues La Constitución el mapa estructural,
Que nos guía y acompaña en el orden, en la paz,
En las leyes que ajustician al delito más rapaz,
En jugar con unas reglas que se sepan respetar.

Y al llegar el día ocho relevante es otro hito,
Le asignamos a la Virgen ese día, ese rito,
Que ensalza su limpieza, que concibe a su hijo,
Que de Dios es elegido de hombres su favorito.

Es la Virgen elegida como madre del divino,
Y en historia se enaltece su trayecto, su destino,
Como bella inmaculada, como bella y con tino,
Que a su hijo educó y entregó en sacrificio.

Y al llegar el veinticuatro día del mes ya referido,
Se celebra el nacimiento de Jesús y su camino,
Por tierras yermas y duras del desierto de judíos,
De escapar de enemigos con padres muy peregrinos,
Cuya fama se propaga más allá del río Nilo:
En Belén nació el niño en el día veinticinco,
O se piensa pudo ser ese día el elegido,
Y en pesebre la familia el hallar un buen cobijo,
Y de reyes de Oriente enviarles un motivo,
Por el que viajar por lucero llamativo.

Fiestas escolares, vacaciones, desatinos,
Llegando al treintaiuno de diciembre merecido,
Que hace terminar al año establecido,
Y empezar un año nuevo con las uvas del racimo.

Empezando el año nuevo poco hay que destacar,
Hasta el seis de enero que viene a memorar,
Los regalos que los reyes llevaron al Celestial,
Que emocionan a los niños y a los padres por igual.

Y al final de estos días para esto acabar,
Sólo yo concluyo, sé honesto, sé audaz.

domingo, 2 de marzo de 2014

Poema Manchego


En un lugar de la Mancha,
De cuyo nombre acordar sí quiero,
No ha mucho que nació,
Escritor filibustero.

De Consuegra a Madridejos
Campos de labranza median,
Molinos viejos, molinos nuevos,
Y sus gentes elocuentes,
Y las vides y olivares
Y las sierras singulares
Y un castillo del medievo
Por el Calderico cerro.

Las fiestas en La Mancha,
Escritas se hallan en el alma,
De este humilde narrador,
Propuesto a mencionarlas.

Empezamos en un barrio
De historia triste por las aguas
Que anegaron a familias,
Muerte dando sin tardanza.

En el barrio de “El Imparcial”
El recuerdo ya es historia,
De esa horrible inundación,
Que mató sin consolación.

En ese barrio mencionado,
La ermita es su gran orgullo,
Que denota con fervor,
Grata fe y grato culto.

Llamada es San Rafael,
A ella acuden muchos fieles,
Que trabajan por destacar
Sus virtudes y menesteres.

Llegado el día diecisiete
De enero es San Antón,
En la zona se celebra,
De animales el patrón.

Avanzando por las fechas,
Semana Santa es la siguiente,
De fervor en estas tierras,
De candor entre sus gentes.

Jueves Santo, Viernes Santo,
Multitud de cofradías,
En penitencia se suceden,
Con solemne armonía.

Al llegar de esa semana,
El domingo santo esperado,
Jesucristo en corazones,
Resucita con halagos.

Próximo destino por citar,
Es el mes de esas flores,
Que enaltecen a la Virgen,
Con afecto y con ardores.

Mes de mayo que celebra,
Ese día que lo inicia,
Es costumbre por aquí,
Ir de picnic u oír misa.

Sigue por orden destacar,
La llegada de la feria,
El día 21 de septiembre,
Con el Cristo por estrella.

Celebrada es la función
De las once a la una,
Pues Cristo es el patrón,
Pues empieza su andadura.

Por la noche se recuerda,
Con la pólvora por medio,
Que se inicia gran festejo,
En el pueblo de Consuegra.

Llegamos a otro evento,
Singular por su despliegue,
La rosa del azafrán,
En la zona nos conmueve.

Esa flor que ya es mito,
Es de pétalos morados,
De pistilos colorados,
De aromas es infinito.

Para con esto acabar,
Añadirme sólo queda,
La fiesta de Navidad,
Que en familia se celebra.

Un saludo yo dirijo,
A quien me haya leído,
Gracias por tu sano juicio,
Que sanos crezcan tus hijos.

Cristo de Urda


En Urda hay un Cristo que a las gentes emociona,
en Urda hay un Cristo muy famoso en la zona.

En Urda es su Cristo indulgente quien asombra,
por historias milagrosas de su talla tan gloriosa.

En Urda se congregan los devotos peregrinos,
que a pie han transitado a este pueblo por caminos.

Caminos de promesas, caminos al Divino
perdón y redención de pecados y destinos.

El treinta de septiembre del año noventa y cinco*,
en Urda se inicia muy solemne un gran hito;
un obispo, muchos curas, sacerdotes y cabildos,
el Año Jubilar declaran con el rito.

El rito jubiloso que eleva a Divino,
la imagen del Señor, “LA URDETANA” y sus testigos.

Llegando a septiembre del año consecutivo,
se clausura este año con balance positivo.

Los milagros, conversiones y los dones taxativos,
de este Cristo no se dudan y sirven de paliativo,
a las faltas de creencia, a la sed del hombre vivo,
al enfermo y al doliente, al preso y recluido.

A las puertas del 2000, y del siglo veintiuno,
otro jubileo conmemora oportuno,
el nacer del cristianismo, de la Iglesia su futuro,
del amor y la esperanza  que Jesús trajo al mundo.

Este Año Jubilar en Urda fue completo,
era el IV Centenario de su Cristo al efecto.
Jesús en Procesión en su barca por el pueblo,
aplacaba las pasiones y fervores con respeto.

A sus pies los peregrinos se rendían humillados,
en busca del perdón y la cura del pecado.

Los caminos jubilares rebosaban de gentío,
las gentes se agrupaban con el alma en Dios vivo.

Buscando la Indulgencia, buscando con ahínco,
el remedio a sus males no paraban por caminos.

En Urda hay un Cristo que a las gentes emociona,
En Urda hay un Cristo muy famoso en la zona.

En su barca lleva a cuestas la cruz de las miserias,
que los hombres le lanzamos caminando por la Tierra.

Él perdona sin chantaje, él comprende y no resuella,
él nos oye si rezamos mirando a las estrellas.

Él es vida y promesa, con su madre nos protege,
él confía en nosotros cada día que amanece.

En Urda hay un Cristo que a las gentes emociona,
en Urda hay un Cristo milagroso que asombra.



*Con fecha 13 de Octubre de 1994, la Penitenciaria Apostólica y por mandato del Sumo Pontífice Juan Pablo II, concede AÑO JUBILAR con INDULGENCIA PLENARIA, a todas las personas que peregrinen al Santísimo Cristo de la Vera-Cruz de Urda (Toledo) del 30 de septiembre de 1995 al 29 de septiembre de 1996.

“LA URDETANA”, es un documento que acreditaba la concesión de la Indulgencia Plenaria. Durante todo el año riadas de peregrinos pasaron por aquí. Un total de un millón de personas (1º año Jubilar del Cristo de Urda).