La primavera

Las lluvias han sido recias,
Los fríos inmisericordes,
Y las siembras se han cocido,
Y las cosechas a la postre.

El clima crudo acompaña al bolsillo enjuto del pantalón desgastado de la economía doméstica. Unos bolsillos se hinchan más que otros, y otros tienen rotos.

¡Sagrada primavera! Engalana con tus flores todas las praderas, haz que luzca el sol y aleje los problemas; que acerque a las personas y disuelva los dilemas; que traiga buenas nuevas y termine con las penas.

DOS JÓVENES

Te acercas y me contemplas.
Me acerco y te contemplo.
Nos reímos pasado un rato. Voceamos y damos un salto. ¿Qué te hace tanta gracia?  -te pregunto.
-Lo que a ti tu arrogancia –me contestas.
-¿En qué te basas? –te reprocho.
-Tus andares son de militar. Tu vestir como el de un oso. Tu voz me infunde risa y tus dientes me hechizan.
-Pues yo en ti veo otros faroles, caracoles.
-Diantre, ¿posible es?
-Tu nariz es respingona, tus mejillas “dos bombonas”. Tu talla es palo de escoba, y tu aliento a coca-cola.
(Los dos jóvenes que un día riñeron, otro al altar se dirigieron)

Insomnio castellano

Insomne noche desolada,
Silencio que oye y aguarda,
Nocturna hambre acusada,
Con vigilia que obligada,
Sueño da por la mañana,
Esta noche en madrugada.

Amor y odio que se juntan,
Siervas de iglesia rara,
Que devota ella rezuma,
Mal sueño en buena cama.

Ruido sordo que en noche,
Es peor que “mil castañas”,
Que insomnio es enemigo,
De descanso en madrugada,
Mohínos sueños que adulan,
Pasiones con carcajadas.

Privilegio de raza humana,
Ser persona que razona,
Comer carne o manzana,
Según hambre de mañana.

La vid y buena aceituna,
De Castilla a Extremadura,
Nada envidia, nada añora,
De otras tierras de labranza,
Junto a mies, junto a cebada,
De aceite o verduras varias,
De huerto que clama agua,
De huerta buena y sana.

Vuelos de gran altura,
En La Mancha toledana,
Petróleo que es saludable,
Por su aceite venerada,
Por su fama consabida,
En fiesta bien ensalzada,
Junto a uvas, junto a pasas,
En comidas utilizadas,
Especias que sabor dan,
A comidas soberanas.

En que fama nadie opone,
De Cervantes triste figura,
Caballero siendo escudero,
En España la “mala uva”,
Pues país es que atraviesa,
Crisis gorda y peliaguda.

La inspiración

Inspiración, amante mía,
No me dejes, por favor,
Inspiración, amante mía,
No me dejes, fiel amor.

En las tardes de septiembre,
Me decías tus secretos,
En octubre revelabas,
Elocuentes tus misterios.

En noviembre ya te niegas,
A seguirme con calor,
Y en diciembre ya te muestras,
Fría, seria y sin color.

En enero reverdeces,
Con aliento inspirado,
En febrero eres sol,
Eres dueña de mis manos.

En marzo son tus fallas,
Las que alegran poesías,
Y en abril son tus relatos,
Las que muestran alegrías.

En mayo con sus flores,
A la Virgen se dedican,
Rimas que elogiosas,
De emociones echan chispas.

En junio vacaciones,
De descanso en las escuelas,
A los “peques” se anima,
A dejarse las carteras.

En julio San Fermín,
Los toros son lidiados,
Y en agosto yo te digo,
Este cuento se ha acabado.

El historiador

En el duermevela de la noche, de mi desánimo, de oscuros recuerdos y pesares arduos, yo escribo a la nada, yo escribo al todo, yo escribo al tiempo de los tesoros. Yo escribo a épocas remotas, de otros hombres en otras historias, de reflejos caducados en calaveras, de reflejos sepultados en otras tierras. De barcos, de montes, de mitos, de torres; de personajes ilustres que evocan memorias que en la actualidad provocan historias.

En política se deriva de la antigua Atenas, la democracia que en Occidente impera, y en Olimpiadas lo mismo pasa, son “ideas de la misma casa”. Son reflejos del esplendor de esa Acrópolis dorada, de esa época en que Pericles en el siglo V a.C. instauró esas ideas que, por varias circunstancias, tras su apogeo y posterior erradicación, tras siglos olvidadas, en Europa serían reincorporadas, como dije, en las Olimpiadas, y en las renovadas democracias.

El dinero

El dinero vicia a quien lo tiene y no emplearlo suele en cosas provechosas, que al final no es otra cosa que llegar a aborrecer el exceso a conservarlo, el vicio de ahorrarlo, o el temor a su perder.

Al que le escasea sueña con adquirirlo, y a veces sin conseguirlo, encuentra más virtudes que lo hacen ennoblecer, sin necesitar más allá de lo que tener supone, cubriendo lo elemental que la norma impone, respetar, saberlo administrar y en lo pudiente ayudar a aquél que le escasea por razones de verdad.

La costumbre

La falta de trabajo hace nacer la pereza.
De la pereza nace la holgazanería.
Tristes días de la vida; falta de hábito, falta de alegría; somos seres pasionales; falta de esperanza es la peor de las carencias, sin ella no se vive la conciencia que acicala al ser de sus tristezas.

Vivir con una meta aligera de los males de la falta de entusiasmo, mas igualmente habitúa el vivir con esa norma la costumbre al apego de la misma.

Mas si en un momento lo anhelado es sesgado por un revés, o alcanzando la meta, la abulia penetra en tu aciago ser, saberse manejar con las nuevas directrices, puede orientar el cambio de perspectiva, que la buena rutina, del embriago de paciencia peregrina, te anime a seguir ser.

Soledad

Soledad quiebra esperanza,
Rompe huesos en orillas,
Del alma y sus semejanzas,
Con terribles pesadillas.

Ganar quiero me digo,
Con afán en la pelea,
Que la vida pone a prueba,
Cuestión de supervivencia.

Cultura que me rodea,
Amiga fiel en esta guerra,
Soledad es mala vida,
Ella mata si te dejas,
Quema buenos sentimientos,
Por la fuerza enemista,
Reta a mentes con jaquecas.

Depender de otros uno,
Forma parte de cadena,
Integrarte cuesta mucho,
Si nadie te alimenta.

Soledad mala tormenta,
Quema esquemas e ideas,
Vuelve locos a lumbreras,
Soga al cuello representa.

Fin de vida cochinera,
Es aislarse una persona,
Peor caos que sobrecoge,
Aun en lujosa casona.

Dinero llave del chantaje,
Que actúa con diligencia,
Fama y lujo son valores,
Impartidos desde escuela.

Salud mental es el rival,
Opuesto a la decadencia,
Que en pelea contraataca,
Y gana con sus ideas,
Muerta pronto soledad,
Que evitar es panacea.