domingo, 29 de octubre de 2017

ROSA DEL AZAFRÁN



La rosa rosa es
en Consuegra, donde estés,
de colores azulgranas,
de la tierra azafranada.

Tan bonita y delicada
es la flor del azafrán,
y su aroma y su especia
una esencia muy fetén.

La cosecha es laboriosa
y la monda arte es,
en el tueste los estambres
hacen suyo el interés.

Rosa rica y famosa,
tan valiosa como hermosa,
tanto mueve su mercado,
su pistilo colorado.

En el guiso con azafrán
sabe a gloria el bocado,
se sustancia y se mezcla
el pote bueno y de agrado.

Mas se pierde en esta tierra
el poner la flor que fue
en La Mancha la estrella,
y en España un placer.

Rosa siempre celebrada
en su feria de Consuegra,
en la última semana
de octubre, fin de mes.

Tú, que el caldo hierbes
del potaje y del manjar,
no te extingas nunca,
agrada siempre al paladar.

Azafrán, morado y rojo,
flor de tierra, flor de oro,
en Consuegra, en el orbe,
en el caldo sobre todo.

Esta rosa especia es,
en Consuegra, donde estés,
de costumbres ancestrales,
de sabor requetebién.


viernes, 27 de octubre de 2017

QUÉ ESTADO



Qué Estado más fallido
cuando uno en su salón
ve frente a sí el desarme
de la que fue su nación.

Ya no valen los silbidos
ni en el fútbol protestón,
nos comemos el guiñapo
de esteladas en sesión.

Catalonia proclamada
en el orbe con pasión,
y nos dice el Presidente
que maneja la cuestión.

Ahora qué calma nos vale,
dígame, señor Rajoy,
cuando esto es ya jarana
de aquí llego y no me voy.

Calma, calma, hasta cuándo,
cómo puede ser peor,
que las cosas con la DUI
que proclame Puigdemont.

Si a guasa me lo tomo
esto es mucho mejor,
ciudadano inalterada
su templada condición.

Catalonia ya se erige
soberana en su esplendor,
y España ya es un chiste,
un ardite de nación.

Voto a esto y no a aquello,
voto al sí o voto al no,
y proclamo mi Estado
como lleno de humor.

Qué Estado nos espera,
me pregunto, digo yo,
cuando veo por la tele
la Diada en acción.


sábado, 21 de octubre de 2017

ESPAÑA DE ESPAÑA



España es de todos los que la aman,
España de hoy, y del mañana.

España de reinos, y de gitanas,
y de andaluces, y de sotanas.

España de luto, de fiesta temprana,
de brindis al sol, y de sonatas.

España del mar, de altas montañas,
de llanas estepas, de pueblos en mapas.

España crisol de cultos y razas,
España mestiza, latina e hispana.

España de imperio, de Estado que manda,
de gente corriente con su monarca.

España de rojo, castiza y gualda,
escudo de Reyes, bandera en alza.

España que exporta su huerta calcárea,
su aceite y su vino, su dieta más sana.

España del norte, del sur y de tapas,
del este y oeste, del Tajo y Guadiana.

España que grita cada semana,
día y hora su unión a ultranza.

España de izquierdas, derechas, en masa,
de centro y gentío, de la democracia,

España longeva, vital y lozana,
de culto al cuerpo, de alma espartana.

España con fe se guía y guarda,
se ríe de sí misma, y hace su cama.

España en unión vence las llamas
del odio y rencor oculto en sus brasas.

España de lengua tan castellana,
España del mundo, España de España.


miércoles, 11 de octubre de 2017

HABLAR



Es tan sencillo. Tan gratuito. Y sin embargo muchas veces nos autoimponemos barreras, tabúes, nos callamos por miedos interiores en situaciones que pueden ser dialogadas con tacto y sentido común, que dejamos escapar impresiones y tomas de contacto.

No todas las situaciones son iguales, claro está, por eso saber hablar es un arte más allá del estrictamente lingüístico.

Y, sí, hay personas más dotadas que otras para la oratoria, y de ellas nos enriquecemos al oírlas debatir, hablar, exponer sus argumentos, sobre todo cuando son de nuestra simpatía y acuerdo.

Surge, por lo tanto, en mí, una envidia sana hacia esas personas que saben lo que tienen que decir y lo dicen sin demasiado esfuerzo.

Por eso es importante entrenarnos en soledad, con nosotros mismos, siempre y cuando eso no se convierta en la norma o costumbre. Debemos hablar a los demás con palabras que sepamos manejar y no nos cueste entender, que, aun siendo esto muy obvio, hará que nos comuniquemos con una fluidez más adecuada a nuestra cognición.

Y es que hablando transmitimos, además de nuestros estados de ánimo, las relaciones de convivencia que nos hacen personas para con los demás.

Y si no se puede hablar se puede gesticular, escribir, o utilizar, según sea la circunstancia o carencia que impida el mutuo intercambio de palabras (sordomudez, autismo, etc.), las formas de comunicación que mejor se adapten a nuestras necesidades.

Siempre se puede hablar más y mejor. Es cuestión de técnica. Así yo quisiera desarrollar más esta capacidad.

Querer es poder.

Hablar o cualquier otra forma de comunicación siempre será válida para que no nos ensimismemos; y por eso es tan importante estar activo y ejercitar nuestras cuerdas vocales; porque si no hablamos dejamos que los otros hablen siempre por nosotros.

Querer es poder. Hablar y conversar un derecho del que, siempre con respeto, todos podemos sacar provecho.