domingo, 25 de diciembre de 2016

NAVIDAD

Un cohete ha despegado,
Jesucristo deseado,
Nacimiento en un pesebre,
de El Señor contra el pecado.

Ya ateos, ya cristianos,
ya judíos, musulmanos,
ya con frío, o en verano,
ir en paz lo intentamos.

Sean buenos, sean malos,
más alegres, o enfadados,
estos días más hablamos,
o por ello los rezamos.

Jesusito concebido
de María sin pecado,
y su esposo terrenal
fue José por ello honrado.

Navidades de creencias,
religiones, cultos varios,
sin abusos, moderados,
se parecen en sagrados.

Un poema de mi mano
hago hoy como reclamo
de Jesús que nos salvando
nace bueno, nace sano.

Navidades de las vidas,
de doctrinas rellenados,
cada cual elige cuándo
hace paces con su hermano.

Hoy Jesús naciendo humilde,
hoy por ello celebramos
que aun siendo algo malos
por amores nos salvamos.

Ya creyentes, ya cristianos,
ya ateos, ya humanos,
poco a poco con la ciencia
y el progreso avanzamos.

Navidad de los humanos,
alegrías, desenfados,
este día procuramos
ser mejores, menos malos.

sábado, 24 de diciembre de 2016

LA LOTERÍA DE NAVIDAD



Otro año más que se acaba. Otra vuelta de nuestro planeta Tierra al Sol que se completa. Sobrevivir, resistir, mejorar, empeorar, ilusionar,… La Lotería de Navidad en nuestras almas arraigada hace despertar el autochantaje que nos impele superstición, inseguridad, ofuscamiento, etc. Parece que al finalizar un año, o en sus postrimerías, queramos vencer a la obviedad, a la lógica, a la razón, en pos de percibir un pellizco de dinero fácil extra que, con más o menos necesidad, satisfaga nuestro bolsillo.

Esta época estimula, como decía, más allá de lo espiritual, colmar con fantasías materiales nuestros vacíos interiores. Pernoctamos en el idilio de lo que anhelamos, y, podemos o no perder la percepción equilibrada que la vida nos otorga por el mero hecho de existir.

Cómo no, un dinero extra nos vendría de lujo. Y, cómo no, a mí me sirve para escribir sobre el asunto de la Lotería de Navidad.

Agotamos nuestra esencia cuando soñamos despiertos. La lotería del vivir nos condiciona a ello. Un pellizco de sabiduría, junto a la sensatez, nos daría el ingrediente adecuado para equilibrar nuestros presupuestos económicos.

Esperamos que la Lotería, en general, sea la de Navidad, sea del tipo que sea, arregle nuestros pinchazos emocionales, nuestra descompensación psicológica sobre lo que nos apetece o no, dónde y cuándo y/o por qué.

El dinero es valorable, y, en unos casos más que en otros, más o menos acuciante.

Por eso, en un país como el nuestro, España, que ha progresado en unas décadas de manera espectacular, y, confiado, se ha dejado seducir por el Estado del Bienestar cuanto le ha sido posible, al pincharse la burbuja que lo envolvía económicamente, con desastrosas consecuencias, encuentra curanderos mágicos en las loterías del destino. Ya sean sorteos de mayores o menores envergaduras, o en cualesquiera otros como las de formarse académicamente, encontrar un empleo, encontrar pareja, etc., vienen a describir nuestras actitudes emprendedoras. O sea, que vengan solitos a nosotros, o, en todo caso, a cambio de un mínimo esfuerzo y/o sacrificio.

Aun cuando este tema del que me refiero esté ya muy recurrido, qué mejor que la cercanía de esta Lotería de Navidad para recordarnos que, todos, y digo todos, en mayor o menor medida nos hacemos responsables de nuestros actos.

La Lotería es un azar, y, como tal, puede beneficiarnos. Pero, una vez más, empeñémonos en nuestros objetivos, y, así, podremos optar a que nos toque la lotería de nuestros logros y triunfos.

La vida, por sí sola, es ya una Lotería premiada por nuestros esfuerzos. Valorémosla. O, al menos, llevémosla lo mejor posible.

Felices Fiestas y, suerte a todos.

NO SE PUEDE Y SÍ SE PUEDE

No se puede cambiar de la noche a la mañana, pero sí se puede morir en un instante.

No se puede enriquecer uno por gracia divina, pero sí puede perderlo todo en poco tiempo.

No se puede adelgazar sin tener fuerza de voluntad y engullendo a la vez, pero sí se puede enfermar por ello con facilidad.

No se puede querer ser social, popular, influyente y demás por arte de birlibirloque, pero sí se puede quedar uno solo cambiando la manera de ser.

No se puede conseguir la paz en el mundo confiándola al azar, pero sí se puede aportar nuestro granito de arena al respecto.

No se puede querer tener la confianza de otros si a la par les mostramos hostilidad y desafecto.

No se puede comprar a las personas, pero sí se puede ganar su respeto poniendo de nuestra parte con paciencia.

No se puede querer tener a nuestro servicio a los demás si no les demostramos que los valoramos.

No se puede engañar reiteradamente a alguien y esperar que nos perdone o nos muestre su conmiseración sin mostrarle arrepentimiento y mejor voluntad de cara al futuro.

No se puede ser xenófobo, misógino y homófobo y no recibir el resentimiento que ello conlleva de parte de sus colectivos.

No se puede aprender en un rato lo que conlleva un aprendizaje paulatino y a largo plazo.

No se puede ser apático y no sufrir sus consecuencias.

No se puede ser amante de la naturaleza y luego ir tirando basura en cualquier sitio.

No se puede esperar agradecimiento de quienes despreciamos.

No se puede ser pacífico y luego ir buscando bronca por chorradas.

No se puede ir de listo por la vida y no caer en el abismo de nuestra insignificancia en múltiples ocasiones.

No se puede dar lecciones a los demás de lo que no llevamos, por unas u otras razones, a la práctica.

No se puede querer ser uno mismo no valorándose y aceptándose.

No se puede, en fin, ser indiferente cuando los demás nos importan.

No se puede pedir peras al olmo.

Sí se puede tener paciencia cuando creemos en algo.

Y, sí se puede consolar uno cuando está triste y sabe tener amistades para ampararse en ellas.

LA RIMA

¿Qué es la vida?

-¿Un sí, un no, una lágrima, un día?

¿Qué es la vida?

-¿Una solfa, un rumor, un amor, poesía?

¿Qué el dolor? ¿Qué la ruina? ¿Qué el rubor? ¿Qué la cima?

Día a día yo camino, día a día la rutina.

Dependiente yo me amargo, yo me arrugo, cago encima.

Solitario ya me siento, ya lamento ser esclavo, ser arpía.

¿Qué es la muerte?

-¿Una hambre, un reniego, una noche, una misa?

¿Qué es la muerte?

-¿Un adiós, hasta pronto, una llama que se expira?

La familia se resguarda en la sombra de la encina.

La nación gana o pierde. La autoestima es la guía.

¿Qué se cierne cuando escribo? ¿Quién me entiende? ¿Quién me fía?

¿Qué es la muerte? ¿Qué es la vida? ¿Qué el poema? ¿Qué la rima?

LA SOMBRA DEL PECADO

En un local cerrado,
Me fijé desconsolado,
Una sombra me seguía,
Me miraba de soslayo.

Me dije algo asustado,
Dónde van esos pecados,
Que con sus negros tocados,
Me persiguen con cuidado.

Esa sombra era sombría,
Esa sombra cual regalo,
De Satán me producía,
Cierto enojo exasperado.

La guadaña de la muerte,
Refulgía entre sus manos,
Y la sombra me decía,
“cierra el pico, desdichado”.

Salgo y salgo atormentado,
Del local ennegrecido,
Que si fuera necesario,
Vendería mi castillo,
Por volar a otros ducados,
En que fuera recibido,
Con amor y sin engaños,
Y sin cuentas requerido.

Mas locura es peregrina,
Fuente de mil desgraciados,
Que aísla y aglutina,
Con fiebres y marginados.

Pero débil se acoquina,
El carácter degradado,
Y aposenta vil rutina,
Con andares descarados.

Escapar quiere el alma,
De su filo plateado,
De sus ojos luminosos,
Que recorren el espacio,
Del local acalorado,
Que en llamas es abundante,
Y en risas harto privado,
Y en aires solicitante,
De amor fresco y sano.

Mas locura es peregrina,
Fuente de mil desgraciados,
Que oprime y origina,
Virulentos atentados.

Escapar quiere el alma,
De su filo plateado,
Por salir digna y limpia,
De sucesos y altercados.

Mas locura es peregrina,
Suerte de tantos halagos,
Que quedaron en retina,
De sucesos del pasado.

Y en vivir no se termina,
Con la sombra del pecado,
Te acompaña y asesina,
Cada vez que eres malo.

Es prueba vil y mezquina,
Ir a misa y al rosario,
Y tras eso ir al mundo,
Con hielo bajo tus labios,
Y oprimir al compañero,
O matar al aledaño,
O engañar al inocente,
Con estafas y reclamos.

Que crecer sea doctrina,
Y envidiar algo pasado,
Que se acabe la insulina,
De la sombra del pecado.

Que gozar no sea un lujo,
Y vivir algo sagrado,
Que la sombra no amenace,
Con el paso de los años.

10 DE NOVIEMBRE DE 2016



SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

Qué cinismo e hipocresía envueltos en un manto de “buenismo” superfluo. Qué chabacanería más extravagante rodeando la filosofía y la psicología más cursis. Qué demagogia más “insofisticada” sincronizando a los medios de comunicación hasta tan paupérrimas cotas. Qué incultura, qué incivismo, que relatividad tan devastadora.

Una España mundializada en la mediocridad más exuberante exhibe sus atributos globalizados.

Una tecnología “telecomunicativa” lastrada por el descontrol irresponsable cercena los ya exiguos valores.

Las vigas nos atraviesan, y, cegados, espetamos los ciudadanos miramientos y críticas hacia los demás por sus vigas chuscas sin atrevernos a admitir las nuestras chulescos y altivos.

¿En qué queda la virtud? ¿En qué la sensatez?

Quizá una introspección “mística” mitigue nuestras debilidades al examinarnos apoyados en algún fundamento ético.

Somos polvo de estrellas, en esencia, las personas de este mundo. Mas enmascaramos nuestra humanidad ya sea por razones bélicas, defensivas, ofensivas, qué sé yo.

La forma de vida en este Occidente capitalizado prima la ausencia de autorreflexión con la ansiedad materialista de forma contundente.

Estudiar, formarse, individualizarse económicamente y obsesionarse por el bienestar propio parecen premiarse con popularidad y éxito.

Somos polvo de estrellas, pero aspiramos a poseer la luna, el sol, el universo o todo lo que alcance nuestra imaginación cuando nos obcecamos con metas irrealistas, a veces, o desproporcionadas respecto a nuestras posibilidades, otras.

¿Dónde queda el sano juicio, la correcta ponderación, el equilibrio sostenible?

Las políticas “cretinizadoras” empalagan nuestros derechos con intereses pecuniarios y ocultando nuestras obligaciones morales.

La Iglesia y el cristianismo originales parecen querer aún arrojar un viso de esperanza en medio de nuestra desolación ética colectiva.

Las misiones, el voluntariado, las donaciones desinteresadas parecen querer aún sustentar algo de optimismo a la par de nuestro desarrollo tecnológico y evolutivo.

Mudos hablamos nuestras miserias en los círculos familiares y reducidos, o al amparo de nuestra fe íntima.

No paremos, pues, en el caminar de la vida positiva y tolerante, aunque a veces descarrilemos y nos demos trompazos significativos.

Somos polvo de estrellas, qué duda cabe, en un cosmos que evoluciona según nuestras actitudes y comportamientos, o involuciona cuando, cegados, vociferamos las vigas ajenas sin reparar en que las nuestras nos delatan.

CORDURA Y ESCEPTICISMO

Cuando falla la cordura
Se nos vicia el pensamiento,
Si nos duele la cabeza,
Razonar se hace imposible,
Nos calienta la mollera,
Se vacía el cerebro,
En la mente se acoquina,
Verdinegra enredadera.

Los hallazgos del humano
Se tornan desbarajustes,
El querer desarrollar
En mente es demasiado
Vale más simplicidad
Que intelecto atormentado.

Medicina complementa
Consejos sirven de ayuda
Apoyo de otras personas
Tal cuerpo en acupuntura
Orientar a razonar
Expulsar las chifladuras.

Mas genios se han servido
En la historia acontecida
De dignas apuntaciones
Mas creencias populares,
Desdeñando innovaciones
“coetáneos a millares”
Por lo ya establecido
Estrujarse la mollera
Dureza de sus cráneos.

Y al final sus devaneos
Demuestran lo acertado
Que ellos insistían
Pudieran suponer
Aciertos bien claros.

“El Licenciado Vidriera”
“Galileo Galiley”
“Albert Einstein” entre otros
Muchos genios creídos locos
Nos han hecho comprender
Como dijo aquel sabio
No se deja de aprender.

TOMAR UN CAFÉ



Chica amable, chica atenta, ¿es la vida una prueba de experiencias sobrepuestas?

Chica amable, chica atenta, yo me busco en tu ausencia, me imploro tu respuesta.

Yo dispuesto, tú contenta. Yo muy solo, tú tan cerca.

Es mi suerte una urgencia al mirarte en la tienda.

¿Dónde anida la conciencia? ¿Dónde pido si me aceptas?

Un café así te pido en el bar de la decencia.

Yo valoro lo que digas, yo acato tu sentencia.



P.D. No es que sea una forma muy usual de querer pedirte tomar un café, pero dada mi vergüenza yo confío tu paciencia.

1 DE NOVIEMBRE DE 2016



Qué hacer con tanta información a nuestro alcance a través de internet, llegados a cierta edad, si queremos sacarle partido. No saturar nuestras neuronas, no agobiarnos, no inquietarnos en exceso, porque para el aprendizaje son cruciales el método, la paciencia, y la perseverancia.

·         Método porque es la forma en cómo nos organizamos para el estudio, la memorización.
·         Paciencia porque no puede uno en un corto plazo de tiempo conseguir avanzar lo que podría a largo plazo, su efectividad indudable.
·         Y perseverancia porque en la constancia y en el no abandonar lo que a uno le interese por parecerle difícil algo reside el éxito.

Aunque el tiempo y las experiencias son los mejores maestros con que podemos contar, nosotros tenemos que poner voluntad y coraje en proponernos qué queremos hacer, dónde llegar, y, así, actuar en consecuencia, no desistir.

Dar consejos, qué fácil. Seguir los nuestros propios, qué difícil.

Mareas vitales, vivencias, capacidades, desarrollo personal: tan estudiados, tan analizados, y, tan poco llevados con un orden saludable en nuestra práctica.

Somos niños grandes los adultos, a veces quejicas, a veces llorones, a veces poco comprendidos, a veces no valorados lo suficientemente. O poco positivos con nosotros mismos, que es donde reside el quid de nuestra autoestima.

Escribir en la madrugada, qué osadía más manifiesta e introspectiva.

Y, así concluyo por ahora estas anotaciones brotadas del insomnio y la meditación nocturna.

YO VIVO



·        Vivo por el amor que me tengo a mí mismo, por la belleza que significa sentirse vivo, feliz, dichoso, a gusto con uno mismo, con mi familia, con mi entorno.

·        Vivo porque es cuestión de supervivencia, porque la vida es una lucha que fascina, intriga.

·        Vivo incluso del odio que me profesan mis enemigos, de los resquicios de sus rencores, porque me alimento de sus malos pensamientos en beneficio propio; cuanto peor me quieran, más dichosa será mi suerte.

·        Vivo como pienso puede ser moralmente correcto, unas veces más acertado, otras veces menos recto.

·        Vivo porque Dios así lo ha querido, porque el destino lo ha consentido, y porque el azar así lo ha permitido.

·        En fin, vivo por los siglos de los siglos en la casa de mi cuerpo y en el cielo de mi mente, porque mi vida aparte de mía es un bien “viviente”.