domingo, 29 de septiembre de 2013

La vida es un camino


La vida es un camino que hay que recorrer,
a pie y con sigilo, o corriendo como un tren.

La vida es un camino con piedras que hay que ver,
para no caer herido, para presto fuerte ser.

La vida es un camino, que a veces sabe bien,
mas otras sabe agrio, sin sustancia ni interés.

La vida es un camino, que miramos de colores;
de rosas si alegres vamos; de negruras en depresiones;
de rojos en las pasiones; de blancos si ilusiones.

La vida es un camino, con peligros  de bandidos,
con envidias enconadas, y afectos comedidos.

La vida es un camino que termina en el mar,
mas no se sabe dónde, cuándo, cómo ni qué tal.

La vida es un camino con misterios y enigmas,
por él se llega a pueblos y culturas variopintas.

La vida es un camino que tú pintas cada día,
es gimnasia regular de tu alma creativa.

La vida es un camino que va recto a tu destino,
con aciertos y lamentos que en el mundo asumimos.

Cada vida es un camino diferente concluimos,
autopistas conformamos los humanos divertidos.

La vida es un camino de experiencias sin igual,
la suerte llega a veces, pero otras se nos va.

La vida es un camino de asfalto o de tierra,
de campo o de ciudad, con visos de inteligencia.

La vida es un camino que en tus sueños sobrevuela,
con las metas que anhelas, con tus logros en conciencia.

La vida es un camino que hay que recorrer,
a pie y con sigilo, o corriendo como un tren.

La escuela


Amanece bien temprano,
En Castilla a sus paisanos,
Primero de mes algarabía,
De chavales, de ancianos.

La escuela llevada recta,
A niños que desperezan,
Trabajo pues les cuesta,
Amoldarse a los horarios,
De esta escuela impuesta.

Felices unos, infelices otros,
Iniciar el mes de octubre,
No a todos satisface,
Reanudar trabajos duros,
Meditar sobre los blandos,
Cada cual lleva su ritmo,
Dependiendo del salario.

Esperar mejores tiempos,
Motiva si se aprende,
Paciencia con esta crisis,
Que ahueca cual escuela,
No de libros, sí de perras,
Ligereza que se palpa,
Al cargarse la cartera.

La cultura en esta tierra,
Es crucial para el niño;
Es vital para sus padres,
Ejemplo de los mayores!
Con recuerdos y refranes.

Última semana de octubre,
De la rosa es preludio,
Feria y fiestas se reanudan,
En un festejo tradicional,
Que ya en Castilla se impone,
De la Rosa de azafrán,
Esa rosa que antaño,

En esta tierra fue famosa,
Por valer buenos dineros,
Los pistilos más que el pan.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Fábula Topo-Halcón


Cegato es el topo. Óculo es el halcón.

En un día caluroso que frío sudor daba en rostro, “Cegato”, un topo de avanzada edad, que ciego era en verdad, salía cauteloso de su madriguera, hastiado por el calor, para respirar aire puro tras haber realizado sus faenas de aprovisionamiento de comida en su cueva. El trajín le había obligado desde varios días atrás a recoger los rábanos y las zanahorias del huerto. En diciendo yo esto, un halcón peregrino, con dos garras de frente, aterriza cerca del hoyo de Cegato, y  éste último, bien prudente, se aparta con presteza acelerada, aunque apenas ve nada, a tiempo de no ser atropellado. El halcón peregrino se llama Óculo, y parece contundente en querer hablar con Cegato de asuntos diligentes.

ÓCULO: Hola Cegato, llevo viéndote desde hace un rato. Me pregunto con frecuencia por qué vosotros los topos vivís bajo tierra la mayor parte de vuestras vidas obcecados por guardar alimentos, lejos del aire fresco, con esa rara visión, desgraciada condición, que os arrastra de generación en generación.
CEGATO: Yo ya soy viejo topo, que en lecciones de la vida pocos se me igualan en arte y sabiduría.
ÓCULO: ¿Quieres decir Cegato amigo, que sin ver el cielo claro, sabes mucho de la vida y eres sabio con los años?
CEGATO: Eres joven e imponente, Óculo amigo. En tu especie la visión es vuestro fuerte, vuestra arma más usada para la caza de alimañas. Pero en la mía es distinto, poseemos otro instinto.
ÓCULO: Es cierto que nuestra vista es nuestra arma, para coger las alimañas, con las que antes me divierto; vivir bajo tierra como tú yo no puedo, no podría, soy inquieto.
CEGATO: Los animales de mi especie se adaptaron a otras suertes, evolucionamos bajo tierra, y en ella el refugio construimos, fue sin duda nuestro sino.
ÓCULO: O sea, que cada especie se adapta a un medio, y así sobrevive, dicho sin rodeos.
CEGATO: Esa es la idea que a ti Óculo explicarte pretendo. Cada especie, cada animal, es fundamental, en pirámide de vida, en pirámide de edad, en pirámide de risas, en pirámide mortal.
ÓCULO: ¿Eso significa que de nuestros sentidos por continuar seguir vivos, especies bien opuestas, como la tuya y la mía, explica las razones de coexistencia en los bosques y en las selvas?
CEGATO: El “hombre” es imprudente, te cuento, y es de viles reflejos, mas nos ayuda a vivir, sin ser de ello cierto esta realidad que arrastra en su progreso.
ÓCULO: Pero también yo te recuerdo que daña la fauna con sus ritos execrables, con pesadas armas y sin pensar a quién mata; por viles prepotencias, no repara si destruye o beneficia al entorno que lo amamanta.
CEGATO: Por eso yo te digo, querido Óculo amigo, que el destino del planeta, en otras veces ya fue adverso, pero que el humano de estos tiempos es de ello el causante más directo.
ÓCULO: Yo soy joven y poeta, con mis vuelos me recreo, que vivir bien es certero, cuando puedes sin fronteras elevar buenos los vuelos.
CEGATO: Yo maduro topo, me aprovecho como otros, por comer del hombre plantas, que en eso no le reprocho.
ÓCULO: De ti yo me despido, volando sobre esta tierra. Si algún conejo viera, el festín sería seguro, si el humano no me mata antes de este conjuro.

MORALEJA: Los ecosistemas son variables según la época, el hábitat y los recursos en lo que al ciclo evolutivo respecta. Todo lo vivo se transforma, tarde o temprano. Toda balanza requiere de equilibrio; si el hombre fuese consciente de los perjuicios que provoca al medio, buscaría mejores remedios, para asegurar su descendencia, respetando al planeta, coexistiendo sin problemas en su propio ecosistema.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Locura e infierno


En un local cerrado,
Me fijé desconsolado,
Una sombra me seguía,
Me miraba de soslayo.

Me dije algo asustado,
Dónde van esos pecados,
Que con sus negros tocados,
Me persiguen con cuidado.

Esa sombra era sombría,
Esa sombra cual regalo,
De Satán me producía,
Cierto enojo exasperado.

La guadaña de la muerte,
Refulgía entre sus manos,
Y la sombra me decía,
“cierra el pico, desdichado”.

Salgo y salgo atormentado,
Del local ennegrecido,
Que si fuera necesario,
Vendería mi castillo,
Por volar a otros ducados,
En que fuera recibido,
Con amor y sin engaños,
Y sin cuentas requerido.

Mas locura es peregrina,
Fuente de mil altercados,
Que aísla y aglutina,
Con fiebres y desamparos.

Pero débil se acoquina,
El carácter degradado,
Y aposenta vil rutina,
Con andares descarados.

Escapar quiere el alma,
De su filo plateado,
De sus ojos luminosos,
Que recorren el espacio,
Del local acalorado,
Que en llamas es abundante,
Y en risas harto privado,
Y en aires solicitante,
De amor fresco y sano.

Mas locura es peregrina,
Fuente de mil altercados,
Que oprime y origina,
Virulentos atentados.

Escapar quiere el alma,
De su filo plateado,
Por salir digna y limpia,
De sucesos y altercados.

Mas locura es peregrina,
Suerte de tantos halagos,
Que quedaron en retina,
De sucesos del pasado.

Y en vivir no se termina,
Con la sombra del pecado,
Te acompaña y asesina,
Cada vez que eres malo.

Es prueba vil y mezquina,
Ir a misa y al rosario,
Y tras eso ir al mundo,
Con hielo bajo tus labios,
Y oprimir al compañero,
O matar al aledaño,
O engañar al inocente,
Con estafas y reclamos.

Que crecer sea doctrina,
Y envidiar algo pasado,
Que se acabe la insulina,
De la sombra del pecado.

Que gozar no sea un lujo,
Y vivir algo sagrado,
Que la sombra no amenace,
Con el paso de los años.

domingo, 8 de septiembre de 2013

El cuerpo


El cuerpo se prolonga con la mente subconsciente
más allá de los sentidos, más allá de lo presente,
explorando los caminos del deseo y de la suerte,
inventando los caprichos que anhela vehemente.

El cuerpo se transforma con la edad y el destino,
el trabajo en exceso lo desgasta como el vino
desabrido no es gustoso en la mesa, ni el racimo
de la viña del campero si se pudre vale un higo.

El cuerpo esculpido abre puertas de trabajo,
la imagen tanto vale como dos escupitajos
de oro salivados de un señor acaudalado,
de alta dignidad del sistema instaurado.

El cuerpo es la vida de lo sano, de lo vivo,
con él nos expresamos, con él somos activos,
con él la raza humana se transforma con los siglos,
con la sana evolución que ese Darwin ya nos dijo.

El cuerpo es en fin de natura don bendito,
tan perfecto es en muchos, como en otros su martirio,
cada cual lucha en su vida por cuidarle con cariño,
de él somos la carne con el alma en Dios vivo.


La escuela


De mis entrañas salen palabras,
Que emocionan a mis hijos,
De ellas mismas las patrañas,
Encuentran mil escondrijos.

Los deseos más intensos,
De aprender de muchos libros,
En diccionarios de la escuela,
Hallan bien sus acertijos.

Lenguas de mi mundo,
Religiones de los chicos,
De países muy diversos,
Se hallan los crucifijos.

Palabras de mi boca,
Que estimulan cuerpo y mente,
Cual intentan evocar,
Temas miles diferentes,
Enseñan a estudiantes,
Que se lavan bien los dientes,
A saberse comportar,
A ser finos y obedientes.

Gota gorda de los grifos,
Gota gorda del ambiente,
Gota gorda de la lluvia,
Que se estrella en mi frente.

Que me hace cavilar,
Que me hace ser clemente,
Que me hace divulgar,
Cultura inteligente.

Que aprovechan bien los niños,
Enseñados por docentes,
En laicas o religiosas,
Escuelas muy consecuentes.

Del dinero de la gente,
Del pasado, del presente,
De famas tan generosas,
De los tiempos que nos vienen,
Quiere el hijo, quiere el padre,
Quiere hasta el demente,
Encontrar actividades,
Gratas, sanas y elocuentes.

Pasan y pasan esas horas,
De ocio de adolescentes,
En deportes, en estudios,
En vicios tan decadentes,
Que un rioja bien tintorro,
Colorado se nos vuelve,
Y nos pica en la garganta,
Con pensar en sus clientes.

Cátedra de los motivos,
De temas tan diferentes,
De escuela, del museo,
Que respeta leyes siempre.

¡Ea! pues el estudiante,
Sea aplicado y eminente,
En materias que en ciernes,
Le harán sobresaliente.

domingo, 1 de septiembre de 2013

La realidad


Ego de niño en cuerpo de adulto,
Pesan las penas de años pasados,
No se piensa con cabeza,
Futuro que auguro.

Frustración presente, dolor hiriente,
Mar sangriento de luto prematuro,
Salir de rutina, villana cretina,
Miedo a escapar del apego ferviente,
Irreal realidad del hombre demente.

Con ahínco repaso de temas e ideas,
Ubicar esperanzas sutil panacea,
No temas disgustos, no temas peleas,
Porque ilusión lo que ves en mayoría es,
De realidad diferente e independiente.

Lucha injusta se dice impone,
Fuerte sobre débil, sobre débil fuerte,
Callarse lamenta quien lo sostiene,
Apenas lluvia de fuertes torrentes,
Toda ilusión de quien lo descubre,
Amarga sensación de quien lo lamente.

Lecturas ociosas, esperpénticos bailes,
Amor destrozado, amor que se pierde,
Su propio orgullo de fiel creyente;
Realizar realidad invento insistente,
De solas presencias con lo decadente,
En lucha desigual marionetas ingentes,
Leyes que abusan, credos caldosos,
Dinero causando grandes asombros,
Desiguales lugares, desiguales osos,
Dulces mieles de los mentirosos.

Religiones que afligen desgracias ajenas,
Querer ayudar sí vale la pena,
Mas impotencia es gruesa cadena,
Paraliza esfuerzos, estrella ciencias.

Comidas dispares en mesas gigantes,
Vemos los trucos de tantos farsantes,
Gestos, proyectos, sonrisas sabrosas,
Peregrinas hambres de comidas sosas.

Lucha injusta se dice impone,
Fuerte sobre débil, sobre débil fuerte,
Callarse lamenta quien lo sostiene,
Llena de angustia quien la padece.

De lágrimas mares en playas dispares,
Se suman residuos de aguas de albañales,
Con gestos graciosos e ideas ocurrentes,
De amargos sabores de miles de gentes,
De ansias de poder con disimulos vanos,
De sobresalir socorrista que vigila barcos,
De oportunos veraneantes que pasan de lado,
De robar ocasiones de ser excusados,
Con fuertes ambiciones disimulos vanos.

La despedida


Te marchaste  como apareciste,
En un día soleado y triste;
Clavé los ojos en los tuyos grises,
Devolviéndome un adiós con ternura firme.

Hemos sido uña y carne,
Esposo, esposa, fieles amantes.

En el campo tú eras la hoz,
En el campo, yo el azadón.
En la casa tú eras la escoba,
En la casa, yo el cogedor.

Hemos criado a los hijos,
Con igual esmero, con igual regocijo.
Si tú regañabas, yo aleccionaba;
Y a la inversa si el caso se daba.

Nunca te puse la mano encima,
Eras mi amor, mi fiel compañía.

Los dos hablábamos todas las noches,
Sin alzarnos la voz en la habitación,
De nuestras manías, zalamerías,
Inquietudes e incertidumbres,
De lo vivido y lo por vivir.

El campo ha sido nuestra oficina,
En él hemos plantado,
Escardado, fumigado,
Mil tareas acarreado.
Y en casa hemos cocinado,
Limpiado y lavado por igual.

Mas la muerte nos ha separado,
Mas el recuerdo vivirá en mí.

Ahora cierro los ojos y pienso,
Que esta pareja sólo es de papel,
Mas es inspirada de ideas,
Leídas en novelas.
Que aprender no viene mal,
Y la historia es genial,
Venga de machos o hembras,
Algo nuevo aportarán.