sábado, 28 de octubre de 2023

APROBANDO LA AMNISTÍA

 

El pasar del tiempo impele a mi ánimo a escribir sobre lo que ocurre con este trajín de circunstancias políticas tan controvertidas a nivel nacional.

 

Nuestro líder en funciones, Pedro Sánchez, hoy, 28 de octubre, ha defendido aprobar ahora una amnistía en Cataluña, ante las negociaciones para su investidura, será esto un paso más para la formación de su Gobierno. Mientras sus correligionarios lo vean con entusiasmo no apercibiremos sino una estrecha complicidad de unos frente a otros: un estrecho vínculo necesario para la formación de una “estabilidad política” que urge a todos.

 

Mas es la maraña de intereses creados tan notoria que causa cuando no perplejidad pensar en nuestro futuro inmediato como país.

 

Los del bando del puño y la rosa le restan toda importancia, creyendo, tal vez con razón, que puedan domar al león metiéndose en la jaula y llamándolo gatito.

 

Los del bando de la gaviota recelan de esta esquizofrénica maniobra de generosidad para con los partidos independentistas.

 

Los más neutros desvían la mirada, y o prefieren hablar de otras cosas, o simplemente ni fu ni fa.

 

A mi parecer esto es una gigantesca maniobra de ingeniería socio-geo-política. Cómo empieza vamos vislumbrándolo por los tímidos tanteos que se están llevando a cabo entre Partido Socialista y resto de Partidillos animaditos en esta amalgama de, como decía, intereses creados.

 

Cómo acabe seremos testigos con el paso del tiempo, las circunstancias, el azar, la coyuntura que le plazca al señor Puigdemont, qué sé yo, mil hipotéticas maneras de terminar tan intrincado “juego de dados”.

 

Pensar en positivo para los próximos cuatro años se nos antoja, por el momento, lo más adecuado para ir tirando en nuestros ánimos ciudadanos.

 

Después de todo este pacto entre formaciones políticas hará concebible la formación de un Gobierno si no muy unificado, al menos, en teoría, factible.

 

Por otra parte, la guerra entre palestinos e israelíes desgarra en la actualidad la sensibilidad colectiva haciéndonos, voluntaria o involuntariamente, más proclives a manifestar que la paz se reestablezca o, simplemente, que se respeten las fronteras.

 

Poco más que decir ante tan virulentos tiempos de turbulencias demoscópicas, desearos, queridos lectores de mi blog, que lo por venir sea lo más apacible que pueda acaecer.

Sánchez: "En el nombre de España, en el interés de España, defiendo hoy la  amnistía en Cataluña" | ORM


viernes, 13 de octubre de 2023

¿QUÉ ESCRIBIR...?

 

Qué escribir en el arrebato, en mi paz contra el tormento, en mi ansia a revuelo, en el crepitar de mi cerebro a pleno rendimiento, en la tozudez de mi nostalgia, en la inmadurez de mi intelecto.

 

 

Si siempre vives en un sitio, y no mueves de sendero, si no vas a otros lugares, espabila compañero, escribiendo, compartiendo.

 

 

Qué escribir cuando lo que tengo es pájaros en nido dentro, un título de la ESO, garabatos del vivir, mas mucha ayuda de las personas a las que más admiro y quiero.

 

 

Qué escribir ante roles descompuestos, ante sociedades descompuestas, ante mis descompuestos razonamientos.

 

 

Qué escribir cuando me sobran las razones, me faltan los argumentos, bueno, voy, eso sí, a un

 

Centro, me guarezco en una casa de tipejos como yo, con sus mases, con sus menos.

 

 

 

Qué escribir allende los prejuicios que tenemos, nos guardamos o adornamos, decoramos, pero que debiéramos decir basta, no, porque ofenden en aspectos como es la convivencia, el tú a tú, la realización de proyectos.

 

 

Qué escribir, marisma de egoísmos, marisma de bondades, marisma de crueldades, necedades en tus devenires, entusiasmos y amistades, existencias dispares.

 

 

Qué escribir, ilusiva intimidad, dime acaso si en mi encierro hallo o no la ansiada paz.

 

 

 

Qué escribir sobre el amor, la pareja y la lealtad, qué escribir cuando el castigo es la desconfianza de la mente y tu yo.

 

 

Qué escribir ante la furia de los cielos, ante nuestros males y venenos, por favor, hablemos más, por favor, callemos menos, pero ello sin gritar, no como animales.


 

Qué escribir cuando un alegato se hace corto en extremo, cuando en tu propia casa hay tanta furia, cuando somos como somos, egoístas, insinceros, no siempre, claro.

 

 

Qué escribir en la incoherencia, en la llaneza de estos versos, palpitando cuando menos truculencias de la mente, que el calor nos hace de gelatina.

 

 

Qué  escribir  cuando  no  hay  qué  escribir,  porque  estás  devastado  por  algún  trauma,  o, simplemente, porque no hay esperanza de llegar a ningún sitio, la brisa del verano.

 

 

Qué escribir a vuelapluma, o intrincadamente manifiesto, o en etapas de duros tiempos, pero que los tiempos pasan, y pasan sin ser expuestos.

 

 

Qué escribir más allá de los dolores, más allá de los temores, en la mochila cargadita de inusitadas emociones.

 

 

Las palabras en mi mente rubricando un no qué sueño, pero, bueno, no me hagas caso del todo, que quizá la realidad no sea más que una ilusión, lo dicen muchos.

 

 

Qué  escribir  ante  la  manifiesta  locura,  ante  tanto  varapalo,  ante  tanto  sinsentido  de  las personas de tu sistema; guacete en la familia.

 

 

Qué escribir, revoltijo de ilusiones, la vida al principio parece, luego el tiempo y tu sino disponen, encantamiento perpetuo.

 

 

Qué escribir si aunque estoy un poco lelo, aun a con ayuda me defiendo, no así sería estando desprovisto del refuerzo que me dan y las gracias que ofrezco.

 

 

Qué escribir, ya sé, ese sueño que yo quiero, ese mundo ideal, ese libro que me surja de las entrañas de mi ser, oh, bendición de mi consuelo.

 

 

Qué escribir si no ser muy social, más bien siendo asocial me socializo, pero bendita la integridad, la fundación de mis principios.

 

 

Qué escribir, plegaria compartida, disforia entretenida, me zambullo en un maremágnum de multitudes ilusivas.


 

 

 

Qué escribir poemita castellano, los problemas que aumentan, los malestares de los padres, la edad de los ancianos.

 

 

Quiero escribir y así me justifico, como una persona sin problemas, la batalla es ardua, el dilema es se notará o no se notará, y los resultados que a la vista queden darán su sentencia.

 

 

De un pueblo de La Mancha oriundo, de una vivienda supervisada del mismo soy usuario, y poeta de esta comunidad me hago llamar, no sé si con acierto, o con desventura.

 

 

El Poeta de La Mancha, que escribe sus locuras, que bien sabe quiere le comprendan, aunque la situación le comprometa.

 

 

Los  ojos  vigilantes,  la  gente  rumoreante,  la  sociedad  parlanchina,  qué  escribir  si  te diagnostican de demente, ya sé, rima.

 

 

Y el tiempo que atraviesa nuestros cuerpos de chicle dirimirá cual Picasso al óleo nuestras ganas de vivir.

 

 

Qué escribir cuando escribiendo me exprimo, me sojuzgo, me zahiero, y del mundo tan complicado no hago sino quedar exorcizado.

 

 

Qué  escribir  ante  espacios  diáfanos,  ante  espectadores  expectantes,  ante  un  mundo  en constante cambio y mi mente en constante trajín.

 

 

Qué escribir el padre al hijo, qué escribir el hijo al padre, una nota, un detalle, la memoria imborrable, igual las hijas y las madres.

 

Qué escribir, Certamen de Fierabrás, ¿no seré yo uno más de tanto mundano hombre que quiso por sí aclarar sobre la mental enfermedad, y si acaso algo aclaró a la postre lo escribió?

 

Por qué escribir es terapéutico y puede bajar el estrés?