LUCERO DEL ALBA

 

De nuevo el pasado me mece en sus ramas,

yo quise un lucero de fuego y de llamas,

yo quise ese sino que no me tocaba,

y ahora el recuerdo resuena en mi almohada.

 

¿Dónde fue esa dicha?, ¿dónde esa dama?,

¿dónde ese ingenio mío rayano en la babia?,

soñando despierto ser alguien de fama,

soñando ser suyo, su príncipe; y ella, mi amada.

 

Ella ya lejos marcó su cantata,

yo, ante su ausencia, marqué otras pautas,

yo ahora quisiera volver a mirarla,

mas ese lucero, fugaz, quema esperanzas.

 

Aunque no te vea, lucero del alba,

tu fuego encendido resuena en mi alma,

pasado remoto, que evoco en mi karma,

que, intacto, me tiñe de sueños tu aura.

 

 

LA POESÍA LIBRE

 

Cómo expresar la bella poesía

si ya no me inspira el cielo estrellado,

si ya esos hados inefables los dejo

de lado, helado por métricas asfixiantes,

viendo en mi estilo qué cambiaría.

 

Libre poeta, eso soy yo,

que se encadena, métrica atroz,

hasta que harto, digo, ya no,

y me libero escribiendo a mi son.

 

Métrica clásica es clase de pro,

pero que ahoga, válgame Dios,

más que una soga,

más que un complot.

 

Por eso os digo, versos medidos,

dejadme ya libre, sin ataduras,

que vuele mi sino

a otros destinos.

 

Viva la poesía libre de vos,

métrica arcaica, yendo a mi son

estos versitos

que ahora hago yo.