sábado, 30 de junio de 2018

COLECCIONO

Colecciono gustos, colecciono letras,
colecciono mundos de personas plenas.

Colecciono instantes de reloj de arena,
colecciono ratos con la luna llena.

Colecciono quieros de la gente buena,
colecciono amores de familia llena.

Colecciono vivas por las buenas nuevas,
colecciono tréboles del azar que llega.

Colecciono joyas que acaso sean
a tu lado brillos de tu risa tierna.

Colecciono luces, colecciono velas,
colecciono vistas hacia las estrellas.

Colecciono cosas que intangibles sean,
que emocionen tanto como odiseas.

Colecciono versos, colecciono metas,
colecciono saltos llenos de piruetas.

Colecciono el mar que a lo largo acecha,
colecciono el viento que me da sospecha.

Colecciono el ruido que tan alto peta,
y tan sordo grita en este planeta.

Colecciono el miedo aunque no lo quiera,
aunque a veces sobre y me sepa a mierda.

Colecciono versos en mi alma inquieta,
esas cuerdas frases que te hacen poeta.


miércoles, 20 de junio de 2018

EXHUMACIÓN

A Franco ya la exhuman “libertarios de la patria”;
a quien ose no aprobarlo se le espeta como facha.

En España los colores y las luces y las marchas
van ganando mucha fuerza y agitando a las masas.

De naciones es nación” esta España que se cansa
de gobiernos timoratos, o que campan a sus anchas.

Y entretanto es el ruido precursor de mala racha,
que nos hace oscilar, y que carga nuestras balas.

No extremismos, más cordura, más mesura hace falta,
no acabemos como otrora a golpazos entre bandas.

Democráticas pulsiones que pugnando se retratan,
y elegibles las opciones de pensar cuál es sensata.

Libertades de expresión más allá de las sonatas,
y aspavientos que, a veces, ofensivos, nos espantan.

Y es que echar la vista atrás, cuando Franco, desagrada;
se vivía más seguro, dicen muchos, en España.

Posiciones de mirar a los tiempos, a las masas,
al hogaño devenir que amenaza el panorama.

En España los gobiernos son más fuertes cuando ganan
en las urnas elecciones que cohesionen a la patria.


viernes, 8 de junio de 2018

VA A SER EL TIEMPO

Al final va a ser el tiempo.

El tiempo que todo lo cura el que haga sucumbir ante la locura.

El tiempo prolongado de abstenciones el que haga perturbar nuestras emociones.

El tiempo que fricciona nuestros espíritus el que haga de nuestros ánimos humores chicos.

El tiempo que implacable transcurre y pasa el que al cuerpo oxide y viejo le haga.

El tiempo lluvioso de dichas y fortunas el que haga florecer las ansiadas aceitunas.

El tiempo que enseña y resabios nos deja el que sea profesor de conciencias y experiencias.

El tiempo corto, súbito, precipitado, el que nos dé sorpresas y nos deje alelados.

El tiempo romántico, amoroso, gozoso, el que una nuestros cuerpos en los actos lujuriosos.

El tiempo oportuno, cabal y medido, el que haga de nosotros personajes merecidos.

El tiempo allende el hogar allá en el exilio, el que haga meditar y escribir nuestros delirios.

El tiempo que pesa y nos deja sinsabores el que haga que afrontemos y saquemos los colores.

El tiempo en familia y al cobijo del hogar, el que dé la esperanza y la buena voluntad.

El tiempo rezando la fe personal el que haga que se pueda uno mismo realizar.

El tiempo con versos escuetos y bellos el que anime los cafés, y a poetas deje sello.

El tiempo, en fin, universal y ostensible, el que haga que crezcamos en el cuerpo y en la psique.

El tiempo del mundo, ocupado, o libre, dándonos en qué pensar y en qué temer por sus efectos temibles.


domingo, 3 de junio de 2018

LUCÍA Y ERNESTO 15ª ENTREGA

7

Carta de Sor Paulina, madre superiora del convento de monjas del Carmelo Descalzo.

A petición de tu padre, me enorgullece la decisión de matrimonio que vas a contraer con tu amor de toda la vida, Ernesto, ese amigo y confidente del que tanto me hablaste.

La comunidad religiosa, que tan bien te conoce, y tú la conoces, se encuentra dispuesta a rendirte un merecido homenaje. En el convento, las hermanas  hemos acordado  que puedes celebrar tu enlace en nuestra capilla. Esperamos que aceptes nuestra invitación, Lucía. Y, personalmente, perdona mi desconfianza pasada hacia la vida que, fuera del monasterio, se te pudiera presentar. Somos muy recatadas, aquí, y valoramos la lealtad hacia los votos y hacia El Señor como gran premisa en nuestra congregación.

Un saludo y sincera enhorabuena de la que fue tu madre superiora y de todo el Carmelo Descalzo.

Que Dios os bendiga.

EPÍLOGO

Lucía y Ernesto, en los años sucesivos continuaron cimentando su relación, trayendo un niño al mundo al que pusieron el nombre del abuelo, Jaime. Y un segundo retoño, esta vez una niña, a la que bautizaron como Socorro, acaso como recuerdo que Lucía y Ernesto quisieron proyectar en la pequeña en base al nombre que la madre ostentara en su estancia en el convento de carmelitas descalzas, y precisamente en homenaje a esa época y a la congregación, que, inopinadamente, terminó enlazándolos en matrimonio satisfactoriamente.

Consiguientemente muchas antiguas compañeras de escuela de Lucía se disculparon con ésta por los maliciosos comentarios que realizaban de pequeñas. Su padre no sólo no merecía acabar como en un principio se creía, sino que, ya resuelto el caso, se alegraron de que así no acabase. O sea, que tuviese un desenlace del que, como se ha visto, ha podido dar testimonio.

Y continuando con el mismo personaje, don Jaime, el aludido padre de Lucía, es sabido que encontró un recibimiento de su poesía del paisajismo manchego cada vez más arrollador. Y, a lo largo de su carrera, recibiría merecidos premios y homenajes.

Ernesto, ya rehabilitado con la ayuda del CRPSL y de Lucía y su suegro, y como padre de familia, proseguiría una vida normalizada con un tratamiento adecuado, trabajando por cuenta propia en una tienda de ultramarinos.

Y Manuel, el psicólogo, esclarecería ante la comunidad esta historia para transmitírsela de la manera lo más cómica posible a su familia y generaciones venideras. Evocaría su pasado de boxeador con un tintín anecdótico, y mantendría siempre la simpatía y el apego de don Jaime, su hija, su yerno y sus nietos.

-FIN-