sábado, 30 de diciembre de 2017

ENSÉÑAME A VIVIR



Enséñame a vivir, destino manifiesto, torpeza del sentir,
verano de mi cuerpo, intrépido en esquí.

Enséñame a vivir, imperfecta autoestima, con dudas al pilpil,
con buenas intenciones, con ganas de existir.

Enséñame a vivir, oh, tiempo de mi vida, espacio tan sutil,
espejo que me cuida, estampa del visir.

Enséñame a vivir, melifluo día a día, o sierpe del sufrir,
arrollo que me guía, agüita de abril.

Enséñame a vivir, con ánimo moderado, con modales que erguir,
con buenos planteamientos, pensamientos cientos, mil.

Enséñame a vivir, oh, sino de lo ignoto, oh, tiempo por venir,
oh, puros terremotos, afrentas que asentir.

Enséñame a vivir, edad que me transita, experiencia que me aplica,
entendimiento que ennoblece al alma del candil.

Enséñame a vivir, oh, lengua del país, oh, pueblo de raíz,
oh, entrañas que hay en mí.

Enséñame a vivir, poesía varonil, el romance no aleatorio,
y lleno de matiz.

Enséñame a vivir, esencia del destino, escriba del sinfín,
poeta en carne y hueso, audaz al escribir.

Enséñame a escribir, con esto y con aquello, con cierto porvenir,
con ritmo y solfeo que sepa transcribir.


jueves, 28 de diciembre de 2017

SOLEDAD



Soledad en la bruma, soledad al amar,
entre todo el bullicio, entre tanta ansiedad.

Soledad hecha a trozos, cada día al pasar,
sin hallar el reposo, y al echarse a llorar.

Soledad en el desdoro, en la integridad,
en el juicio y decoro, al pararse a pensar.

Soledad que tan mal sabes en el hogar,
soledad que traspasas de la casa el umbral.

Soledad rutilante, soledad visceral,
que enloquece y aturde, al llegar a una edad.

Soledad hecha a pulso, de huir y escapar,
de miedosos rencores, de colores sin más.

Soledad del intruso, del huésped que va
a encontrar en el lujo la gran tempestad.

Soledad no querida, contra la voluntad,
obligada, asumida, espetada a hartar.

Soledad malquerida, que en ti es pesar,
bloqueada, excluida, cuando quieres hablar.

Soledad que se rompe al ponerse a jugar
el hermano que al otro le invita al final.

Soledad de mentira, soledad de verdad,
de cristal, de injusticia, de notable obviedad.

Soledad vete lejos, no regreses jamás,
no me arrugues el cejo, esfúmate ya.

Soledad ya pasada, soledad por pasar,
que en ti tú dominas, que no es de extrañar.


martes, 26 de diciembre de 2017

REYES DE ORIENTE



Reyes de Oriente, de un mundo simpar,
traen los presentes, traen la bondad.

Reyes que vuelven a hacernos cantar,
Reyes que magia van a llevar.

Reyes Melchor, Balta y Gaspar,
Reyes del Niño que ha nacido ya.

Reyes santones, con túnicas y turbantes,
Reyes que dan y que reparten.

Reyes que cuidan a prole en la noche,
que de sí mismos dan su mejor dote.

Reyes que envuelven un año nuevo,
y que lo entregan gozosos y enteros.

Santa es Noel, amigo de ellos,
mágico héroe de los más pequeños.

Reyes muy listos, magnos y pulcros,
dando que hablar tras año augusto.

Regalo es la vida, es el nacer,
cada humano en sí ya lo es.

Reyes supremos de la religión,
estrellas de infancia, del Niño-Dios.

Reyes que traen el mejor presente:
un año nuevo como creyente.

Y así el trío de Reyes da punto y final
del Niño que fuimos, de la Navidad.


domingo, 24 de diciembre de 2017

OTRA NAVIDAD



Otra Navidad llega, pronta, a encandilarnos en nuestros hogares. De nuevo los reencuentros familiares, los afectuosos saludos protocolarios y las buenas intenciones de cara al año que se acerca. Christmas digitales inundando las redes sociales, y las plataformas de telefonía móvil, elaborándose una telaraña inextricable de audios e imágenes de la más variada índole. Las cenas, ágapes en la mayoría de casos, desembocando en borracheras emocionales el día de Nochebuena. Y el día de Navidad profuso en villancicos a través de los canales de televisión, más programas y/o películas orientados al cristianismo católico. Todo ello aderezado con los aguinaldos que recitan los pequeños en busca de la gratificación dulce, o, por qué no, de un modesto dinerito.

Otra Navidad que refulge, desigual, en los rincones del planeta más inhóspitos. Guerras, catástrofes, persecuciones, enfermedades, son calamidades que no por ser estas fechas cesan en sus estragos.

Otra Navidad en la que cuenta el calor del entorno, la amistad, el amor, la familia, para abrigarnos con inestimable aprecio.

Otra Navidad en la que se intenta seguir vivo, con cierto ritmo vital, deparándonos nuevas fuerzas y energías tras afrontar nuevos retos, o mantenernos en alerta ante situaciones de urgencia y/o gravedad.

Otra Navidad con un clima moderado para la época, en la que se espera haga el frío habitual. Puede nevar, o no, haciendo que estas fechas se ajusten, o no, a los cánones folclórico-navideños preestablecidos por excelencia.

Otra Navidad de excesos, o de carencias. De alegrías y tristezas. De regalos, o de, en su ausencia, afectuosos reconocimientos.

Otra Navidad de vacaciones escolares, de permisos laborales, de cenas de empresas, de resfriados, de gripes, de dar por saco.

Otra Navidad, en fin, que traerá un año nuevo: día primero festivo, y día de Reyes dulzón y pueril, reencontrándose uno mismo en su infancia pretérita a través de los hijos y/o familiares más cercanos.

Otra Navidad que no nos tocó el Gordo. O sí. Otra Navidad para recordar, ojalá. Otra Navidad en la que seguiremos unidos como conjunto de la humanidad y como hijos de Dios. Como mundo que, aunque rocambolesco, no se deje tirar al lodo del caos.           ¡Feliz Navidad!  Hasta otra.


viernes, 15 de diciembre de 2017

UN TE QUIERO



Un te quiero infinito que me sepa a miel.

El abrazo del cielo, la extinción de la hiel.

Un mundo pequeño, un vasto mantel.

Merendar a tu lado, y a tu lado ser fiel.

Un te quiero me digo que te digo con fe.

No la muerte, no el miedo, sí el amor y el clavel.

Y así la vida pasando pasajera de tren.

Los cigarros de viento con el beso de té.

La merienda de vida, el te quiero comer.

Los días del tiempo ufano y cruel.

Un te quiero infinito que me haga ser fiel.

Un monte, un prado, un picnic con sed.

La merienda en el campo, un te quiero creer.

Yo te quiero, tú me quieres, sueño que sueño así es.

Y el frugal refrigerio en el campo va bien.

Un te quiero infinito que me sepa a miel.

Merendar a tu lado, un te quiero comer.