Lotería y porvenir

En un lugar muy lejano,
Del bullicio y del engaño,
Duendes verdes galopaban,
Como excelsos caballeros,
Cual jinetes de carreras,
Augurando buenos sueños,
A premiados con dinero.

Pleno al quince, primitiva,
Bonoloto, euromillones,
Son de ONCE compañeros,
Al jugarse los millones,
En forma de azar juego,
Aspirando a ser ricos,
Apremiados por el juego.

Trabajo y economía,
Me decían de pequeño,
Es la mejor lotería,
Adquirida con empeño.

Ludopatía lacerante,
El bingo para las viejas,
Tragaperras a currantes,
Exprimiendo sus carteras.
Entre tanto desvarío,
De dinero en los juegos,
Me pregunto yo si acaso,
El mejor de los valores,
El tesoro en amistades,
Bajo precio, alto premio.

Leyendo de economía,
Si alcanzar quiere el obrero,
Millones en desarrollo,
Del estado de Derecho,
Al prevenir los accidentes,
De trabajo y de huevos,
Deben regularse leyes,
Que protejan a sus cuerpos.

Niños juegan en recreo,
Entre tantos pordioseros,
Los derechos de la infancia,
Mal están en los desiertos,
En las guerras soldadillos,
En abusos blancos negros,
En explotaciones marineros,
Del dolor y del desprecio.

Pragmatismo financiero,
Diferencias de dinero,
Educando a los pequeños,
A delitos cuales memos.

El dormir hace al niño,
Crecimiento bien seguro,
Y motiva sus neuronas,
Para elegir estudios.

En mal uso invertidos,
Sensibleros estos sueños,
Si los cubrimos de harapos,
Y olvidamos sus deseos.

A ser libre yo apuesto,
En los años venideros,
El futuro en las manos,
Elecciones de gobiernos.
Lotería de la vida,
El mejor de los proyectos.

El puerto de la vida

En el puerto de la vida,
Me asomé a ver la mar,
Sus gaviotas sabandijas,
No dejaban de graznar.

Los recuerdos lugareños,
De varios años atrás,
De niño aventurero,
Con los chicos del lugar,
Se dejaban muy ligeros,
Por las tablas divagar.

Los barcos pescaderos,
Con sus hombres por allá,
Arriando los veleros,
Con sus redes atajar,
Se notaban por las aguas,
Previas a la tempestad.

El mar de ojos viejos,
Alzados y retorcidos,
Por la luna enloquecidos,
Por el sol acalorados,
Por el orbe adormecidos,
Entre almas diluidos,
Con sus brisas milenarias,
Contemplaba sus destinos.

Si de niño yo viajaba,
Con mi padre en la barca,
Ya mayor no me arrepiento,
De dejarla abandonada,
Pues ganado ha merecido,
Su descanso en las aguas.

El vida-juego

Sale un ser aturdido,
Por túnel negro miedoso,
Primera reacción que acusa,
Fuera es el sollozo.
Matrona levantisca,
Que a veces da ayuda,
Otras veces ofusca,
Pues parir es algo serio,
De vida algo glorioso.

Empieza a jugar el niño,
Nuevo crío revoltoso,
Gran batalla sin duda,
De ternura caprichoso.

En pruebas de amor,
El cariño es algo jocoso,
Se inicia el vida-juego,
Mientras crece el mocoso.
Igual pasa en el cuerpo,
A las mozas que a los mozos.

Mimos y besos sin dientes,
Normas que enflaquecen,
En caprichos para el nene,
Con ejemplos y deberes.

No salirse de la pista,
Por jugar lo más posible,
Juego es en esta vida,
Realidad bien conocida.

Socorrido pasan los días,
Que envejeces lentamente,
Al final llegas a anciano,
Con aviso de la muerte,
Porque debes disfrutar,
Cada día que amanece.

Primer amor, pequeña sisa,
Fama del cole anda deprisa,
Si no te aplicas con esmero,
Por llegar pronto a puerto,
Víboras hay que engañan,
Por lavarte el cerebro.

Estudiar es mejor droga,
Que enseña y civiliza,
Pues de hombre que cavila,
Superarse cada día,
Por monedas honraditas,
Forja el buen cimiento,
Al Estado, a las divisas,
A su prole mantenida,
A su fuero interno,
A su cara una sonrisa.

Vida-juego de la vida,
Uno que acaba, otro que inicia,
Perdurar hace a su especie,
Muchos siglos sostenida.

Historia

De los genios alabados,
De los muertos, de esclavos,
De lecturas tan ociosas,
Que transportan con cuidado,
Las mentes del tiento vano,
De aburrirse, amargado,
Por la fuerza de los años,
Al corriente ciudadano.

Clásicos revolucionarios,
Conservadores del mismo plato,
Luchando por atraer,
A adeptos como lacayos,
Consiguiendo buenos puestos,
Por los votos ciudadanos,
“catetos y humoristas”,
Chistosos y ciclistas,
Deportes de alto riesgo,
Perezas de nacimiento,
“ilusiones de los vagos”,
De fuertes abigarrados,
En “cenizas nos marchamos”,
Los “endebles cuerpos humanos”.
Entre frágiles hermanos,
Temerosos de la muerte,
Epidemias, “malos tragos”,
Vivir con ilusiones,
Soñadores exaltados,
“dejar huella pensamos”,
Inmortales conformados,
Rezando con “buenas frases”,
Los errores del pecado.

Mentales enfermedades,
Con palabras “etiquetamos,
Palabras que suenas “huecas”,
Mezcladas con los años.

Progresos, mejoras, salmos,
Por hacerse en altos cargos,
“convenciones y revueltas”,
En lamentos desdichados.

Exprimiendo el intelecto,
Con ejercicios el cerebro,
Con visiones ojos tuertos,
La gravedad, los sentimientos.

Lloramos sobre muertos,
Añoramos otros tiempos,
Que iluminan negros “trechos”.

Vivencias recordadas,
Cual tesoros en las manos,
Rogando por ser eternas,
Del amor, de la esperanza.

Confiadores y confiados,
Con las glorias del pasado,
No morir sin respondernos,
Al morir ¿dónde nos vamos?
Perpetúanse los pueblos,
Repuestos y repoblados,
De desgracias reponernos,
Con la fuerza de los años.

Los concursos

Hay concursos variopintos
Que provocan  esa lucha
Por ganarse sobre otros,
Un obsequio, un capricho.

Dinero, poder, ambición,
Por quererse uno hacer
Sobre otros vencedor,
O por metas superar,
Provocando la ilusión,
De llegar a un pedestal.

Estimula cuerpo y mente,
El tener alguna meta,
El dejar de ser corriente,
Por llegar a ser estrella.

Concursos televisivos,
Los hay muchos divertidos,
Mas otros son culebrones,
De payasos atrevidos.

De moda es el “reality show”,
Que nos deja sin palabras,
Por lo tanto relativo,
A enseñarnos las tontunas
De grabarse sin tapujos,
De mostrarse iracundos
Grotescos brotes emotivos.

Dinero es meta universal,
Ganarse cuartos cada cual
De maneras muy sutiles
De poderse aprovechar.

De otros esfuerzos discretos,
Llevan un gran corazón,
Los que por otros luchan,
Sin ganarse admiración.

El que gana como el que pierde,
Siempre ha de recordar,
Esta vida es una lucha
Importante es participar,
Alcanzar metas desafío,
Con fuerza de voluntad,
Ser felices es gran premio,
Sobre  todas las demás.

Libertad

Quiero ser libre de mí mismo,
Quiero escalar para alcanzar,
Ese estado de alegría y paz,
Que no entienda de cinismos.

Quiero ser libre de mí mismo,
Sobre todo lo demás,
Sobre quejas y molestias,
Sobre males y rarezas,
Que me quieran anegar,
En tinieblas y abismos.

Quiero ser libre de mí mismo,
Y poder desarrollar,
Facultades que engrandezcan,
Mis dotes con libertad.

Quiero ser libre de mí mismo,
Y en tus ojos ver los míos,
Ver estrellas en el cielo,
Que celebren mi destino.

Quiero ser libre de mí mismo,
Y poder colaborar,
Y poder entretener,
Y poder enternecer,
Y poder comunicar,
Las palabras que escritas salen,
Mas habladas se retraen,
Mientras hago este escrito.

Quiero ser libre de mí mismo,
Y poderte acariciar,
Que en belleza eres dueña,
Sobre todas las demás.

El tiempo

•    El tiempo es un inseparable compañero, que día tras día desgasta sin clemencia.

•    El tiempo a veces nos alegra con emociones, y otras con desilusiones.

•    El tiempo es efímero; cuando crees controlarlo, se te escabulle como el agua  entre las manos.

•    El tiempo es la tortuga imaginaria de la fábula de la vida. No para, aunque produzca diversas sensaciones de lentitud o fugacidad.

•    El tiempo afecta inexorablemente a todos los seres vivos; hace variar a la materia inerte; no para de hacer crecer o decrecer, según el caso, en esto del existir.

•    El buen tiempo sabe dulce; el malo, agridulce.

•    El tiempo es continuo, no para; el pasado es una ilusión de la mente humana en el cerebro. El ahora es la realidad del efecto del raciocinio existencial. El futuro es otra ilusión de la mente humana, que ignora los hechos que han de sucederle. Esta ilusión hacer crear sensaciones a veces agoreras, a veces imaginarias.

•    En fin, el tiempo es muy abstracto. Cada cultura lo interpreta a su manera. El saber escrito es testimonio del paso del tiempo de épocas y culturas, un efecto básico para el progreso humano; el tiempo.

Vacaciones a Granada

Llegamos el domingo,
con retraso pero listos,
con las pilas bien cargadas,
los abuelos del turismo.

Nuestro chófer muy valiente,
educado en el oficio,
soportaba con paciencia,
sobresaltos del camino.

En el lunes ascendimos,
por los montes de Alpujarras,
a los pueblos peregrinos,
que manaban sanas aguas.

Trevélez en lo más alto,
nos guiaba la mirada,
con jamones bien curados,
al consumo de las tapas.

Nuestra guía animaba,
y el chófer conducía,
por los pueblos de Granada,
y por los de Andalucía.

Por Guadix el martes fuimos,
visitando sus barriadas,
visitando su iglesia,
en el tren de la mañana.

A la catedral entramos,
observando monumentos,
imágenes y obras,
de los hombres de San Pedro.

Las cuevas de antaño,
restauradas en el tiempo,
al turista satisfacen,
y agradan con provecho.

Aunque sea por dinero,
la riqueza de otros tiempos,
no se pierde, se mantiene,
se conserva más o menos.

El negocio del turismo,
con caminos da empleo,
con los tiempos se transforma,
y el país genera ingresos.

Salobreña recorrimos,
escalando en la mañana,
por las calles que pudimos,
acceder a su alcazaba.

Buenas vistas, mar en calma,
divisamos no sin ganas,
y las gentes de la zona,
nos miraban intrigadas.

Y en la tarde de ese día,
acudimos a la Alhambra,
sus jardines exultantes,
refrescaban nuestras almas.

Los palacios nazaríes,
son tesoro de España,
visitarlos vale "cuartos",
mantenerlos es su causa.

En Nerja divisamos,
horizontes de azul claro,
sus "Balcones de Europa",
ofrecían buenos planos.

Y las playas de Almuñécar,
recorrimos caminando,
por un rato anduvimos,
distraídos y charlando.

En el centro de Granada,
caminamos paseando,
Fray Leopoldo en su cripta,
era objeto de reclamo.

Y arriba y abajo,
por las calles transitamos,
hasta el barrio empedrado,
de flamenco y gitanos.

En resumen yo concluyo,
soy un gran privilegiado,
aunque torpe y orondo,
creo que he disfrutado.