Llegan las bromas en el ambiente,
llega el día de Inocentes,
las pillerías tan ocurrentes,
causan estragos malevolentes.
El Grande Herodes fue inclemente,
con los menores tan inocentes,
miedo tenía hacia su suerte,
niño del Cielo contra la muerte.
Era Jesús sano de mente,
el Elegido que no nos miente,
Dios hecho hombre, Hijo presente,
el Salvador benevolente.
Mas sin embargo cada diciembre,
el veintiocho precisamente,
bromas se gastan ingenuamente,
por tal motivo tan evidente.
Biblia que enseña y nos conmueve,
con reflexiones muy diferentes,
en este caso los inocentes,
son los burlados injustamente.
Día de bromas en continentes,
hispanohablantes que son creyentes,
donde la risa muestra sus dientes,
sin esas penas tan persistentes.
Navidad santa que enterneces,
los corazones tan diferentes,
haz que los pueblos sean coherentes,
con sus ideas e intereses.
Que nuestras almas tan inocentes,
vuelen muy alto y sean fuertes,
que no decaigan en las memeces,
de las manías y estupideces.
Día sagrado de Inocentes,
haz que mis versos sean consistentes,
que serios suenen en continentes,
de nuestro mundo impenitente.
Santos que fueron forzadamente,
sacrificados villanamente,
por ese Herodes precisamente,
hito atroz bíblicamente.
