domingo, 2 de marzo de 2014

Cristo de Urda


En Urda hay un Cristo que a las gentes emociona,
en Urda hay un Cristo muy famoso en la zona.

En Urda es su Cristo indulgente quien asombra,
por historias milagrosas de su talla tan gloriosa.

En Urda se congregan los devotos peregrinos,
que a pie han transitado a este pueblo por caminos.

Caminos de promesas, caminos al Divino
perdón y redención de pecados y destinos.

El treinta de septiembre del año noventa y cinco*,
en Urda se inicia muy solemne un gran hito;
un obispo, muchos curas, sacerdotes y cabildos,
el Año Jubilar declaran con el rito.

El rito jubiloso que eleva a Divino,
la imagen del Señor, “LA URDETANA” y sus testigos.

Llegando a septiembre del año consecutivo,
se clausura este año con balance positivo.

Los milagros, conversiones y los dones taxativos,
de este Cristo no se dudan y sirven de paliativo,
a las faltas de creencia, a la sed del hombre vivo,
al enfermo y al doliente, al preso y recluido.

A las puertas del 2000, y del siglo veintiuno,
otro jubileo conmemora oportuno,
el nacer del cristianismo, de la Iglesia su futuro,
del amor y la esperanza  que Jesús trajo al mundo.

Este Año Jubilar en Urda fue completo,
era el IV Centenario de su Cristo al efecto.
Jesús en Procesión en su barca por el pueblo,
aplacaba las pasiones y fervores con respeto.

A sus pies los peregrinos se rendían humillados,
en busca del perdón y la cura del pecado.

Los caminos jubilares rebosaban de gentío,
las gentes se agrupaban con el alma en Dios vivo.

Buscando la Indulgencia, buscando con ahínco,
el remedio a sus males no paraban por caminos.

En Urda hay un Cristo que a las gentes emociona,
En Urda hay un Cristo muy famoso en la zona.

En su barca lleva a cuestas la cruz de las miserias,
que los hombres le lanzamos caminando por la Tierra.

Él perdona sin chantaje, él comprende y no resuella,
él nos oye si rezamos mirando a las estrellas.

Él es vida y promesa, con su madre nos protege,
él confía en nosotros cada día que amanece.

En Urda hay un Cristo que a las gentes emociona,
en Urda hay un Cristo milagroso que asombra.



*Con fecha 13 de Octubre de 1994, la Penitenciaria Apostólica y por mandato del Sumo Pontífice Juan Pablo II, concede AÑO JUBILAR con INDULGENCIA PLENARIA, a todas las personas que peregrinen al Santísimo Cristo de la Vera-Cruz de Urda (Toledo) del 30 de septiembre de 1995 al 29 de septiembre de 1996.

“LA URDETANA”, es un documento que acreditaba la concesión de la Indulgencia Plenaria. Durante todo el año riadas de peregrinos pasaron por aquí. Un total de un millón de personas (1º año Jubilar del Cristo de Urda).

3 comentarios:

  1. Preciosa poesía. No la conocía. Le he enviado un mensaje privado por la página web para hacerle una consulta.

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  2. Respuestas
    1. Disculpa si no te he contestado antes, pero últimamente no había entrado a mi blog.
      Me alegro de que te haya gustado.
      Hoy he publicado una nueva poesía, "UN POEMA DE FAMILIA", espero que te guste.

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