De niño yo recuerdo 
pintar azul el cielo, 
un áureo sol luciente, 
los ríos, los luceros.
De niño yo era nuevo, 
un párvulo sincero, 
las monjas me cuidaban 
junto a otros compañeros.
De niño poco hablaba, 
mi vista era fuego, 
de todo algo aprendía, 
pintando mis recuerdos.
De niño yo era bueno, 
no malo, no avieso, 
según pasaban años 
crecían mis anhelos.
De niño el alfabeto 
valía mi respeto, 
las tablas aprendía, 
leyendo fui creciendo.
De niño al campo iba, 
mi abuelo me llevaba, 
las huertas me aburrían, 
las tierras con sus plantas.
Qué infante y mochuelo, 
el niño que en mí había, 
yo ahora lo compruebo 
jugando a videojuegos.
Yo era tan feliz, 
yo era tan pequeño, 
yo era un infante 
campante en mi ego.
El tiempo discurría 
cambiante e inexorable, 
noción de él tomaba 
viviendo cada instante.
Consuegra es mi pueblo, 
lo fue y lo sigue siendo, 
castillo y molinos 
historian su asiento.
El cerro Calderico, 
secretos y misterios, 
las viñas y olivares, 
los padres y abuelos.
La escuela y mi casa 
pinté en algún momento, 
leía entusiasmado, 
marcaba mis talentos.
De niño siendo vivo 
corría cual manchego, 
leía en mi idioma, 
hacía mis pucheros.
La lengua española 
amando fui en aumento, 
criándome con ella 
así la fui queriendo.
Pintaba y leía, 
jugaba de pequeño, 
un niño era yo 
muy vivo y risueño.
Quería a mis vecinos, 
hacía amigos nuevos, 
la escuela y mis padres, 
mi mundo en un pañuelo.
No olvido que aunque grande 
un día fui pequeño, 
un niño era yo, 
un hombre ahora creo.
Soy tío con sobrinos, 
poeta ya lo creo, 
fui niño yo de España, 
y en ella quiero empleo.
Un “niño sigo siendo” 
con sueños y recuerdos, 
un hombre “ya maduro”, 
vecino de mi pueblo.
Pintaba con colores 
los árboles y flores, 
ahora ya con letras 
yo pinto mis humores.
De niño fui despierto, 
de hombre sigo atento 
los versos que ilustren 
los muchos sentimientos.
Consuegra es mi pueblo, 
el mundo un pañuelo, 
España un país 
de Europa, resumiendo.
Yo pinto muy contento 
poemas y recuerdos, 
manchego de Toledo 
que va llegando lejos.
Poeta sigo siendo 
ya en prosa, ya en verso, 
con mucha esperanza, 
con rimas con acento.
No mates la alegría 
del niño de tu adentro, 
aun hombre ya mayor, 
aun “viejo somnoliento”.
De niño yo recuerdo 
pintar azul el cielo,
ser chico inocente, 
vecino de mi pueblo.
 
 
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