viernes, 16 de agosto de 2024

LA IMPARCIALIDAD

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La imparcialidad parece, a día de hoy, constreñirse más y más, sometiéndose a la dictadura de la multiplicidad de ideologías, unas más arraigadas en el tiempo; otras, menos; y, otras, como resultado de nuevas formas de pensar y ver el mundo en una combinación inextricable que nos atañe a todos.

La televisión, la radio, los teléfonos móviles, internet, nos sobreinforman, y, ahora, más que nunca, le toda al inocente ciudadano desencriptar y enfocar lo mejor que pueda tal saturación de noticias visuales, auditivas y digitales en pro de sacarle el mejor provecho a las mismas.

Un trabajo que puede resultar mayor o menormente arduo según la repercusión que le implique tal enfoque o desencriptación de noticias a tal o cual inocente ciudadano.

No tendrá la misma opinión un periodista de prensa rosa gay acerca de ciertas políticas que, por ejemplo, un inconformista ciudadano de a pie, pudiera ser un trabajador por cuenta propia o auto-empresario mullido a impuestos y/u obligaciones fiscales.

La imparcialidad parece, así, tornarse un laberinto contrito de posibilidades. La verdad es, según se dice, subjetiva y no me acuerdo qué más conceptos propios le son características.

Pero, yendo al grano, me quedaría en que tanto la imparcialidad como la verdad son meras expresiones en manos de los oradores que las defienden.

Nosotros, los que las recibimos, las desencriptamos y las enfocamos acorde con nuestros más íntimos valores: aquéllos que hemos recibido en la familia, en la infancia, o en nuestro yo interno.

En estos tiempos confusos que vivimos, de desinformación, información saturada, bulos, etc., lo más aconsejable es que nos quedemos con nociones de positividad, de optimismo, de paz; y que evitemos las de negatividad, pesimismo y guerra.

Ojalá pudiera ser así en tantos y tantos casos…
 

 

1 comentario:

  1. Me quedo con el último párrafo, ¿existe la verdad? Tal vez sí, pero cada uno la ve desde su propio punto de vista, hasta tal punto que a veces parecen verdades opuestas. Siguiendo esta idea, por qué no adoptar un punto de vista de positividad, amor y optimismo. Estoy contigo. Gracias!

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