Con el no siempre por delante 
a nada llegas, de nada sabes,
tú poco pruebas involucrarte 
en nuevas metas, en nuevas artes.
Con el no siempre por delante 
aislado quedas, e ignorante,
por nada pasas, en cada instante,
embravecido, inalterable.
Con el no siempre por delante 
te desentiendes, no eres amable,
evitas líos, eres cobarde,
te vas a un mundo sin habitantes.
Con el no siempre por delante 
el padre hace su mala parte,
el hijo ignora sus cualidades,
la madre llora sus malestares.
Con el no siempre por delante 
vas yendo amargo, sin alterarte,
de ego ciego, insoportable,
sin inmutarte, infranqueable.
Con el no siempre por delante 
de nada pruebas, en nada paces,
de nada eliges el lamentarte,
evitas riegos, en llamas ardes.
Con el no siempre por delante 
aislado quedas, sin informarte,
no te emocionas, a nadie impartes 
tus emociones, imperturbable.
Con el no siempre por delante 
no esperas nada, vacío partes,
no arriesgas nada, ni coges artes,
ni te involucras, ni coges aire.
Con el no siempre por delante 
ni ríes ni lloras, ni miras antes 
lo que te importa, emocionante,
en tu mundillo, tu mente grande.
Con el no siempre por delante 
no hay progresos, no hay avances,
nos encerramos imperturbables,
a nuevos cambios que nos decanten.
Con el no siempre por delante 
al mundo ignoras a cada instante,
no intentas nada, infranqueable,
por miedos propios, por traumas grandes.
Con el no siempre por delante 
a veces suerte evita males,
o su contrario, cegando azares,
en tu mundillo infranqueable.
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario...